Ese era el hashtag del episodio estreno del reality Yingo, que desde el 23 de marzo se puede ver por Ecuavisa, de lunes a viernes, 15:30. Y es una locura, a pesar de lo amplio que parece el estudio en Quito, la cantidad de participantes, 12 cantantes y 12 bailarines, llena prácticamente toda la pantalla sin importar si se trata de un televisor ancho LED o LCD. En los retos que se proponen además de las presentaciones de los cantantes y los bailarines, hay bastante desorden, tanto así que el conductor argentino Agustín Belforte y la voz ‘en off’ Robin se ven obligados en más de una ocasión a imponer el orden. A Robin y Belforte se les nota que deben forzar la voz para mantener la fiesta de Yingo en paz ya que los participantes que permanecerán completos por esta y la segunda semana, para recién empezar a eliminar un bailarín y un cantante cada viernes desde la tercera semana, dejen de comportarse como niños acusándose mutuamente o haciéndose bromitas simplonas. Sí se nota el esfuerzo en casting ya que todos los participantes poseen su carisma y son físicamente atractivos para una audiencia que participa votando por SMS para apoyar a sus favoritos o con comentarios en redes sociales.

Posiblemente, eso es lo que le falta a Yingo, un público en estudio para que no solo los participantes, jurados y conductor tengan que hacerles las veces de espectadores a los participantes que aparecen en la pista. El panel de jurados es destacado ya que incluye al productor musical Daniel Sais, la comunicadora Solange Viteri y el coreógrafo Wally Rueda, este último es claramente el juez malo pensando en cómo criticó a Joaquín (reconocido por sus apariciones en los programas de la productora Ideas del Sur) por su coreografía en el primer programa de la temporada.

Asimismo, no es del todo extraño que haya más de un rostro conocido, de otros realities o de la industria de la música, entre los hipnóticos participantes de Yingo, Shellmy (Michelle Soledad Guartatanga Gordón), Rogger, Sebas y Aurora. De hecho esa participante no pudo evitar sacar a relucir un mal de amores personal en su primera interpretación para Yingo, lo que el jurado Rueda le pidió que comparta.

Para los cantantes habrá mucho trabajo en las próximas semanas ya que deben superar sus nervios como en el caso de Aurora, dar mucho más de lo que presentaron en el programa estreno como fue el caso de un disfónico Elías. Asimismo los bailarines Joaquín y Titi no podrán depender solo de su talento para ganarse al jurado.

Por el momento el programa se centra en material pregrabado porque los 24 participantes están en entrenamiento desde hace un mes antes de salir al aire.

Una gran ventaja de Yingo es utilizar la música de moda y por eso no se tolera que los bailarines se quejen de que hay retos especialmente diseñados para los cantantes.

La coreografía de El Taxi que se la ha pedido al público que filme y facilite mediante redes sociales es una buena forma de generar interactividad.  Este es un espacio tipo reality que por su horario parece muy extraño en cuanto a contenido, ojalá no se repitan Fama o Drama o El último pasajero.