El ambiente calmado de La Terraza Lounge Bar (norte de la ciudad) se conjuga con la forma pausada en la que los integrantes de la agrupación guayaquileña de rock progresivo Teatro Martrus caminan por el sitio.

La banda está integrada por Daniel Martrus (23 años, voz y guitarra), Aurelio Prieto (25 años, batería) y Álvaro Vargas (26 años, bajista).

Actualmente están presentando su primera producción discográfica titulada ‘Cuentos’, el que consta de ocho temas y tiene una duración de una hora aproximadamente.

Pero cuando se conoce a este power trío, lo primero que cruza en la mente es por qué el nombre de Teatro Martrus.

“Cuando estaba en Buenos Aires estudiando Producción Musical me di cuenta que también me gustaba el arte escénico. Al volver a Guayaquil quise aplicar los conocimientos adquiridos en mi carrera más mi gusto por esa expresión artística. Con la música que empecé a crear, más instrumental, quería conseguir algo parecido a lo que el teatro lograba en las personas cuando van a una función, crear imágenes en sus mentes”, expresó Daniel.

En ese entonces empezó a tocar con un amigo guitarrista quien le terminó presentando a Aurelio y así empezó a formarse la agrupación que tiene aproximadamente dos años y medio.

Luego por motivos personales entraron y salieron varios músicos hasta que este año encontraron a Álvaro con el que finalmente completaron el trío.

Retomando el tema de su primer disco, Aurelio señaló que quisieron darle un toque más orgánico, natural e instrumental por lo que se contrató a un ingeniero de sonido, se trajeron equipos a la casa de Daniel, lugar de ensayos del grupo, y grabaron todos los temas para dar justamente esa impresión auditiva, como si estuvieran ensayando.

De ese disco, que tiene una hora de duración, surgieron canciones como ‘Guardianes del cielo’ que trata sobre la vida extraterrestre, ‘Misa negra’, ‘El chico de arena’ sobre cómo los jóvenes en la actualidad se vinculan con las drogas.

Caso aparte es el sencillo ‘Melpómene’, el cual es el que están dando a conocer y que dura aproximadamente 15 minutos.

“Ella suele ser el rostro triste de la teatralidad. En la antigua Grecia se la consideraba una diosa hermosa, pero que siempre que quería lograr algo no podía ser feliz. También se la conocía como la Diosa de la Tragedia”, indicó Martrus.

Ese tipo de sentimientos son los que los músicos tratan de plasmar en sus presentaciones, donde suelen ser acompañados por personas relacionadas al arte escénico (teatro, danza o performance).

El tipo de música que también hacen se debe a las influencias de cada uno de sus miembros. Daniel se inclina más por el rock sinfónico, la música clásica, y el jazz; Aurelio va más por el jazz, la música brasileña y los ritmos afrocubanos. “Sí, me gusta la salsa, en especial Héctor Lavoe”, afirmó Aurelio, a lo que Daniel acotó que a veces fusionan un poco del rock progresivo que hacen con sonidos latinos.

Y Álvaro es más seguidor del blues, rock’n’roll, heavy metal, funk y rock progresivo.

Pero todos coinciden que ellos al ser un power trío tienen esa fuerte influencia del rock’n’roll, que se apropió de este término que surgió con los ensambles que tocaban en los clubs de jazz a inicios del siglo 20.

Entre los planes que ahora tiene la agrupación está una serie de presentaciones durante todo septiembre (posiblemente en Diva Nicotina, pero estarían confirmando en sus redes sociales), al igual que están en periodo de pre-producción del videoclip de ‘Melpómene’.

En la web

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