El músico británico Paul McCartney ofreció ayer un concierto improvisado de veinte minutos en el céntrico Covent Garden de Londres ante cerca de 2.000 turistas y curiosos. El ex Beatle, inmerso en la promoción de su último disco, ‘New’, anunció la actuación en su cuenta de Twitter y apenas una hora después apareció sobre un escenario portátil instalado en una de las plazas más visitadas de la capital británica. “Vamos a tocar algunos temas de nuestro último álbum, así que quítense los auriculares”, anunció McCartney a una hora del día en la que los trabajadores del centro de Londres almuerzan. “Esto es un cambio respecto a los años 60, porque en aquella época estaríamos ahora mismo saliendo de las discotecas”, bromeó tras tocar cinco canciones de ‘New’. Se despidió del público con un: “Muchas gracias. Muy bien, ahora vuelvan al trabajo”. Poco después de la inesperada actuación, el músico autografió las copias de ‘New’ a sus fans en la tienda HMV de Oxford Street.