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Patinaje sobre hielo y “toneladas” de vestuario para El lago de los cisnes
Al cumplir su mayoría de edad, el príncipe Sigfrido se ve obligado a elegir a su esposa. Por esta situación entra en una profunda melancolía, de la que sus amigos lo ayudan a salir invitándolo a cazar. En el camino descubrirán un lago dominado por el brujo “Von Rothbart”, quien al verse desfavorecido por la mirada de la joven reina Odette la transforma en un precioso cisne junto con su corte. Precisamente en la laguna, al filo de la medianoche, Sigfrido presencia el desencantamiento de los cisnes y surge el amor por Odette, que deberá defender ante el malvado Rothbart.
Es la historia de la obra El lago de los cisnes, que esta noche y mañana el Ballet clásico de Moscú pondrá en escena, entre piruetas y deslizamientos sobre la pista de hielo artificial que se montó en el Teatro Centro de Arte, para la que se utilizaron tres toneladas de hielo triturado y 5.000 litros de agua. La cita es a las 20:00.
Olga Halayko, vocera de la compañía, explica que el espectáculo, que se desarrollará durante hora y cuarenta y cinco minutos, no se realizará en cuatro actos sino en suites. “Es una obra completa del comienzo hasta el final. La primera parte será el suite de El lago de los cisnes, mientras que en la segunda se presentarán fragmentos de obras clásicas, como Cascanueces, la Bella durmiente, Cenicienta, así como danza española, italiana, húngara y rusa”.
Asegura que la novedad del espectáculo es la combinación del patinaje artístico y el ballet clásico, dos disciplinas que con el transcurso de los años, según Halayko, han perfeccionado los bailarines.
“Aunque algunos han sido campeones mundiales y olímpicos de patinaje sobre hielo, lo más difícil para ellos es realizar sus acrobacias y sus movimientos coreográficos en una pista más pequeña que la deportiva. Hacer una obra en una pista de 10 x 12 metros en un teatro es todo un reto, pero a la vez es lo que disfrutan al poder ser protagonistas del cuentos de hadas”.
Y para lograr ese mundo al cual ella se refiere, los doce bailarines rusos se transforman en príncipes, princesas, reyes y reinas. Algo que los llevará a realizar un sinnúmero de cambio de trajes, para lo que la compañía cuenta con “toneladas” de vestuario.
Las entradas para el espectáculo cuestan 65, 50 y 35 dólares. Se las adquieren en los puntos de venta Ecu-ticket y en las boleterías del teatro, en el que se pondrá en escena uno de los grandes clásicos del ballet