Una noche llena de sorpresas y buena música fue el hilo conductor del Concierto ‘Piano, Armonía y Voces’, que la Gobernación del Guayas organizó en honor a las fiestas de independencia de Guayaquil.

Por primera vez y sobre un mismo escenario compartieron dos reconocidos músicos del sur del continente, el argentino Raúl di Blasio y el chileno Alberto Plaza,  quienes junto a la Orquesta Sinfónica de Guayaquil, a cargo del maestro Davit Harutyunyan, llevaron al delirio a los asistentes, en una velada en la que la música nacional fue protagonista de la noche, debido a que todos los artistas en el escenario ofrecieron una selección de canciones ecuatorianas.

La velada comenzó, a las 20:00, con un preámbulo que la orquesta ofreció con la interpretación de la “Marcha de los soldados suizos”, final de la Obertura Guillermo Tell, de Gioachino Rossini. De inmediato apareció sobre el escenario el famoso pianista, quien fue ovacionado de pie por el público.

De inmediato, el virtuoso se sentó y comenzó a tocar el piano de cola del teatro, en donde días atrás había ensayado con los músicos de la sinfónica. Uno de los temas más aplaudidos fue Penélope, de Joan Manuel Serrat.

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Luego interpretó un set de canciones de películas como ‘My heart will go on’, (Titanic), ‘Cinema Paradiso’, de Ennio Morricone (Cinema Paradiso), ‘On my own’ (Los Miserables), ‘Scent of a woman’ (‘Perfume de mujer), ‘Tema de Lara’ (Dr. Zhivago), entre otras.

Durante las dos horas de su intervención, Di Blasio bromeó con el público y contó varias anécdotas. Por ejemplo, reveló que su “corazón” está ligado a este país porque fue aquí donde encontró nuevamente el amor y lo hizo a través de una mujer llamada Fátima, quien no se encontraba en el teatro pero a la que le dedicó el tema ‘Love Story’.

También comentó que por sugerencias de unas azafatas mexicanas se animó a grabar el tema ‘Si no te hubieras ido’ o ‘Dónde estará mi primavera’, de Marco Antonio Solís.  

En son de broma, el pianista habló mal del ‘Buki’ porque lo hizo esperar un año para concretar la grabación. Fue justo en ese momento cuando desde el público se levantó nada más y nada menos que Marco Antonio Solís para reclamarle en son de broma.

Ambos se saludaron y la histeria del público fue ensordecedora.  “Que cante… que cante… que cante”, fue el clamor unísono del público, pero no fueron complacidos. Sin embargo, Di Blasio entonó ‘Dónde estará mi primavera’, acompañado en voz por los presentes. Al final, tanto la sinfónica como Di Blasio y el público recordaron a Julio Jaramillo con ‘Nuestro Juramento’.

Tras un receso de diez minutos le tocó el turno al chileno Alberto Plaza, cuando el reloj marcaba las 22:10. En esta ocasión fue Carlos Solazo el maestro que dirigió la Orquesta Sinfónica.

Aquí lo extraordinario del momento fue el hecho de que la música ecuatoriana sonó en la voz de Alberto Plaza, quien es uno de los artistas extranjeros más queridos en el país, especialmente por la frecuencia con que visita Quito.

Plaza cantó temas ecuatorianos como ‘Morí’ junto a John Peter, ‘Esta guitarra vieja’ (Silvana), ‘Caderona’ (Maykel y Benjamín Vanegas), ‘Romance de mi destino’ (Julio Espinoza), ‘Apostemos que me caso’ (Papaya Dada), ‘Basta con que estés’ (Pamela Cortés), ‘Sombras’ (Gustavo Herrera), ‘Dicen’ (Daniel Betancourt), ‘Guayaquil de mis amores (Silvana y Benjamín Vanegas) y ‘Romance de mi destino’ junto a la Orquesta Sinfónica con Davit Harutyunyan.