Tarde de domingo. Mientras muchos descansan en sus hogares, Diego Falconi está en su lugar favorito haciendo de maestro del rock. Con una confianza que atrapa a su receptor, empieza parte de su cátedra contando que el sencillo ‘You Could Be Mine’, el segundo más vendido de Guns N’ Roses, fue seleccionado por James Cameron para ser incluida en la película ‘Terminator II’.

Cuenta que esa fue la producción cinematográfica más cara de la historia, con un coste de 100 millones de dólares, y que se convirtió en la segunda cinta más taquillera, recaudando en todo el mundo 520 millones de dólares.

No se lo puede ver, porque desde el rincón en que ofrece su ‘clase’ solo es posible conectarse a través de audio. Se lo encuentra en Quito, en la 91.7 FM; en Guayaquil, en la 107.7 FM, y en la página web de su programa: www.area51rockshow.com.

La cantidad de información que ‘el profe’ entrega desde su podio radial enriquece las tres horas bien pegadas de programa. Tiempo en el que resume el trabajo de toda una semana de producción, y que presenta de forma oportuna bajo el eslogan: ‘Área 51, donde la música y la información no será algo desconocido’.

Cuenta también con una ayudante. Desde Estados Unidos, y vía Skype, lo acompaña en el micrófono Kat O’Neill, una rockera que le da el toque gringo al programa con diálogos en inglés, y que ofrece una ‘patadita de la suerte’, con promoción en su país a las bandas locales que suenan en la estación.

Con seis días completos dedicados a lo que será su ‘rock show’ cada domingo, y el dinamismo que Diego aplica al micrófono desde el primer minuto hasta el último, no es difícil entender por qué Área 51 fue galardonado como el mejor show de rock de la Radio por un diario local y ha estado por tres años consecutivos nominado como Mejor Programa en los premios ITV.

No es novedad que incluya en la información a Guns N’ Roses. De no ser por esta banda, Diego ni siquiera sería rockero. La conoció a los 13 años y fue amor a primer oído, lo que corrobora un tatuaje tributo en el brazo derecho, que muestra orgulloso en fotos a través de su Facebook.

Otra marca artística en su piel deja al descubierto una llamarada en el mismo brazo. “Simboliza el principio de una nueva etapa en mi vida, donde la música prima”. En el 2003, cuando su programa ya tenía un año al aire, Diego debió ponerle un pare obligatorio a su pasión rockera con cuestiones personales. Se dedicó por ocho años a ‘ser alguien normal’, como él lo define, un oficinista de terno sumergido en el mundo de los negocios.

Su convicción de rockero lo hizo regresar en el 2011, y ya para junio de este año ‘Área 51’ estrenará una quinta temporada. Existen varios segmentos en cada entrega, entre estos Cine y Soundtracks, en el que se ofrece información sobre las mejores bandas sonoras actuales y del ayer, y ‘Mitos del Rock’, donde Diego baraja las verdades, las mentiras, lo curioso y lo más anecdótico del rock internacional.

En resumen, se trata de una propuesta en la que se presentan investigaciones, análisis y muchas noticias de rock nacional y extranjero. Se pueden oír géneros como el hard rock -el favorito de Diego-, el blues, el classic rock, el heavy, el glam, el grunge, y el alternativo.

Corre el tiempo desde la cabina de Radio Visión este domingo. La energía de Diego no decae. Esta vez, hace un preámbulo biográfico a la banda guayaquileña La Capital de la Luna: nombre de los integrantes, tipo de propuesta musical, algo de historia sobre el nombre... todo es oportuno antes de presentar el plato fuerte: la canción ‘Macabra’, que previamente fue entregada al locutor.

La diversidad con que se maneja el programa resulta por demás atractiva. Nadie podría imaginar que después de ese tema, de rock alternativo, arribe a la cabina el organizador de una cita del rock gutural que se llevará a cabo en varias ciudades del país.

La entrevista sirve también para que la audiencia despeje dudas sobre este tipo de propuesta artística: ¿qué es necesario para cantar black metal?, pregunta Diego al organizador. Y continúa con otras interrogantes: ¿por qué elegir este tipo de apuestas?, ¿tiene mercado en el país esta música...? Todas son contestadas en un feedback ameno que más parece conversación de dos amigos. Otro punto para Falconi.

La naturalidad con que maneja a los invitados a la cabina puede explicarse si se tiene en cuenta de que antes de elegir la comunicación como carrera, Diego también fue músico de banda garage. Lo hizo en un proyecto al que puso por nombre Anciano, que fundó en su época colegial. Era una banda de cover, recuerda en la entrevista, pero cada quien tomó su rumbo.

Era el vocalista y guitarrista de ese grupo, que duró un año, pero hasta allí llegó. Luego, en el 2010, quiso intentar otro proyecto cover antes de volver con ‘Área 51’, pero todo quedó como un pasatiempo. Y es que él mismo lo dice: “Lo mío es la comunicación social. Me metí al 100% en esto desde el 2011 y es lo que quiero seguir haciendo”.

Cuenta con las herramientas necesarias para lo que hace. En 1999, viajó a Los Ángeles para estudiar Marketing, comercio y negocios, con aplicación de Music Business. Esto después de haber terminado su carrera en Comunicación Social.

Conoció de primera mano el ambiente musical californiano desde un bar en el que trabajó. “Comencé a conversar con los músicos y pude notar cómo se vive la vida de rock and roll. Vine dispuesto aplicar lo que es el periodismo rock”. En Radio Visión empezó como sonidista en 1997. Allí ganó experiencia viendo cómo se hacía un programa en vivo.

Más sobre ‘Área 51 Rock Show’ y su propuesta musical

Diego se alió con otras dos rockeras de Italia y Australia para promocionar a las bandas ecuatorianas en esos países.

Para que un grupo pueda sonar en Área 51, debe pasar por un control de calidad, una evaluación del audio que dirige el comunicador.

Además, las agrupaciones deben facilitar al locutor un presskit con su biografía.