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Briana y Teresa, dos fanáticas incondicionales de Alejandro Sanz

Cada vez que Alejandro Sanz visita alguna ciudad se da un tiempito para conocer varios de sus lugares, entre ellos restaurantes. Ocurrió en 1998 cuando llegó a Guayaquil por la gira de su disco ‘Más’ que un año antes había publicado.

En aquella ocasión le sugirieron El Caracol Azul para pasar una velada agradable con algunos miembros de su ‘staff’. Y claro, como cualquier otro personaje famoso, necesita resguardo.

Lo que no imaginó el cantautor español, de 44 años, es que a las tres de la madrugada se iba a topar con una ‘fan’, quien llevaba horas montándole guardia afuera del restaurante.

Era una entonces adolescente Briana Melina Ortega, quien estaba acompañada por su amiga Carolina Rivera y el hermano de ella.

“Nos hicimos amigos de un guardia de seguridad que había sido contratado por la empresa que lo trajo (a Sanz). Le preguntamos a dónde iría a cenar. El guardia nos dijo que irían al Caracol Azul, pero al principio no le creímos. Aún así seguimos la Van (furgoneta) en que Alejandro iba y sí era cierto. Allá fueron. Incluso los que trabajaban ahí me confirmaban que Alejandro estaba adentro. Lo esperamos hasta que salió. Nos acercamos, me tomé una foto con él con una cámara de rollo y no sabía que había salido con un ojo cerrado”, recuerda Briana, quien es miembro del Fan Club Oficial Viviendo deprisa, junto con su amiga Teresa Menéndez y otras desde 1994.

Teresa también tiene su historia con Sanz. Aunque es fan del artista español, recién pudo conocerlo personalmente cerca de las ocho de la noche del 25 de octubre de 2010 en la pista de aterrizaje del aeropuerto José Joaquín de Olmedo.

Ella, al igual que Briana, forman parte de la directiva del club de fans ecuatoriano de Sanz. Y como tal tuvo la oportunidad de gestionar el recibimiento de su artista favorito, quien había pisado suelo guayaquileño en su avión privado.

18-4-13-alejandro-sanzs“Quienes trabajan en el aeropuerto me dieron indicaciones. Una de ellas era que no podía bajarme de la camioneta doble cabina que nos facilitaron para estar en la pista de aterrizaje. Alejandro iba con su equipo en una furgoneta. De repente ambos vehículos quedaron muy cerca y yo quería que me autografiara el cancionero del disco ‘Paraíso Express’. Él extendió el brazo por la ventana, pero no podía alcanzar el cancionero, así que me bajé del carro. Más me pudieron las ganas y me tomé una foto. Él es una persona súper cordial. Yo tenía puesto los chalecos naranja que nos dieron en el aeropuerto rememora la fanática, quien minutos después fue a la rueda de prensa en el hotel Hilton Colón. “Yo grabé todo lo que ocurrió en la rueda de prensa”, agrega.

Ambas seguidoras, quienes ya tienen su boleto de primera fila para el concierto que Sanz ofrecerá esta noche en el estadio Alberto Spencer, relatan que descubrieron la música del madrileño cuando eran adolescentes y cursaban el colegio.

Teresa quedó impresionada con ‘Los dos cogidos de la mano’. “Me pareció una canción tan tierna. Me impactó mucho. Era 1994 y yo tenía 14 años y estudiaba en el Matilde Amador. La escuché por primera vez mientras hacía deberes en mi casa”, sostiene la fanática, quien añade que fue en 1998 cuando acudió a su primer concierto de Sanz.

Briana, quien también estuvo en ese show, recuerda que aquella noche llovió a cántaros. Ambas guardan una tela con la imagen estampada del artista que esa vez compraron.
Añade que la primera melodía que escuchó de Sanz fue ‘Lo que fui lo que soy’.
“Me partió el corazón esa canción. Me pareció hermosa. Y yo ni siquiera sabía quién era el artista que la interpretaba. Así que llamé a la radio en donde la escuché y le pregunté al locutor. Después les pedí a mis padres un disco o un cassette de él para mi cumpleaños, pero me lo negaron. Entonces opté por esperar que la radio pasara sus canciones para grabarla con una grabadora casera. Era difícil porque muchas veces el locutor hablaba en plena canción. Yo era de las que las que forraba mis cuadernos con fotos de Alejandro. Ya muchos sabían que era fan. Luego supe del club de fans a través de la prima de una amiga mía”, cuenta Briana, quien ha asistido a muchos conciertos del autor de canciones como ‘Pisando fuerte’, ‘Corazón partío’, ‘No es lo mismo’, ‘No me compares’ y otras.
Su fanatismo por Sanz y sus condiciones económicas le han permitido incluso tomar vacaciones para seguir a su cantante favorito.

Cuenta que durante un concierto en Cuenca ella y su amiga Carolina Rivera se hospedaron en el mismo hotel que Sanz. “Aquella vez apagaron la luz del lobby para que nadie pudiera verlo, pero yo grité: Alejandro, Alejandro, sé que estás aquí. Y él mismo encendió la luz. Fue un gran detalle”, dice Briana, quien hace un par de años estuvo en la convención de clubes de fans en México por sus 20 años de carrera.

“Él es muy tímido. No sabe bailar bien, algo que él mismo reconoce. Habla poco, pero cuando entra en confianza es muy bromista. Compartimos como una hora y media con Alejandro. Le dije que estaba musculoso y él bromeó que Televisa (el canal que lo había contratado como jurado para un reality) lo tenía a punta de fitness. Cada club había enviado un vídeo y en todas tenía como fondo la canción ‘Tu letra podré acariciar’, que consta en el disco ‘Si tú me miras’ y que compuso para las fans. Cuando le dijimos que era la única que nos había dedicado se sintió avergonzado. Después supe que, pese a que estaba listo el disco ‘La música no se toca’, incluyó una canción más para nosotras y que se llama ‘Yo te traigo…20 años”, revela la fanática, quien tiene en Teresa y otras chicas más como sus cómplices en todo lo que tiene que ver con Alejandro Sanz.

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