Juan Carlos Macio recuerda claramente, como si fuese ayer, cuando descubrió a Gustavo Cerati, a través de un especial que grabó Telecentro (hoy TC Mi Canal)

“Yo tenía 11 años, allá por 1986. Resulta que estaba viendo la televisión, en esas que uno cambiaba de canal con perilla. Aún no tenía con control remoto. De repente vi a unos tipos con cabello estrafalario que me llamaron la atención, uno de ellos era Cerati. Me quedé enganchado viendo el programa. Habían venido a Guayaquil por primera vez para promocionar el disco ‘Nada personal’, que era el segundo en la trayectoria de Soda, y Telecentro les hizo un programa especial, pues en esa época estaba muy de moda el rock latino”, recuerda Macio, quien además de baterista, estudió Economía en la UTEG.

Aunque desde ese día admiró a Cerati, el ‘león, como le decía ‘Zeta’ Bosio’, Macio dice que como baterista su primera influencia fue Charly Alberti.

“Me encantaba su estilo para tocar, Charly tiene un movimiento de muñecas propio de los bateristas de jazz, pero con pegada fuerte, de rock, mientras que Cerati era ese genio detrás de la banda”, relata Macio, quien el 15 de agosto pasado formó parte de un tributo para el recientemente fallecido músico argentino en Diva Nicotina junto a su tocayo Juan Carlos Coronel, líder del grupo Naranja Lázaro.

“Yo crecí con las canciones de Gustavo y de Soda. Era tan fan, que a los 12 años fui a verlos en el coliseo Voltaire Paladines Polo, el 11 de julio de 1987. Al día siguiente acudí al show gratuito que dio en la Universidad Católica (de Guayaquil). No era tan buen estudiante, pero para ver a Soda tuve que estudiar mucho. Recuerdo que fue un domingo al mediodía y ese día tocó con una guitarra Ibáñez, no con su conocida Jackson azul. Luego por la tarde dieron otro concierto en la ya desaparecida discoteca Infinity. Había una ley que exigía a los artistas extranjeros que luego del concierto pagado ofrecieran otro gratuito. No fui al de Infinity porque era muy ‘peladito’ y no me iban a dar permiso”, rememora el baterista, quien formó parte de Dynamo, un grupo de tributos de Soda Stereo que tuvo a Daniel Sais, quien fue teclista de la banda argentina, entre 1987 y 1989.

Macio revela que a las 11:30 del jueves se enteró de la muerte de Cerati, a través de una llamada telefónica que le hizo su amigo, el actor cómico Fernando Villarroel, quien también es fan confeso de Soda Stereo.

“Cuando supe de su deceso me sentó como si hubiese muerto mi ‘viejo’. Él marcó mi carrera como músico. No pensé que moriría después del homenaje que le rendimos en Diva Nicotina y la entrega de la bandera que le hizo Juan Carlos Coronel. En Diva tocamos 25 canciones, de ellas 23 de Cerati como solista. Juan Carlos llevó una bandera de Ecuador que hizo firmar a unas 400 personas que asistieron al show y luego viajó a Buenos Aires para sus compromisos con el proyecto de Arte Guayaco. Viajó con Lucho Rueda, Rubén Burgos, David y Mito López y otros. Juan Carlos ya tenía previsto entregarle la bandera a Lilian Clark, la madre de Cerati en la clínica ALCA”, relata Macio.

Coronel debía llegar ayer a las 13:00 desde Argentina. El jueves por la tarde tenía planeado acudir al velatorio de Cerati con Rueda, Burgos, López y el resto en el Salón de Honor situado en el primer piso entre los Salones Dorado y San Martín, del Palacio Legislativo de Buenos Aires.

Sais, quien reside desde hace 12 años en Ecuador, también evidenció su tristeza por la muerte de Cerati, de quien, dijo, fue un privilegio conocerlo. “Son sentimientos raros, estábamos un poco preparados para esta noticia. Pero también estaba la esperanza de que despierte”, dice el argentino, quien desde hace casi una semana está en Buenos Aires con su familia. Su idea era también visitar a Cerati con vida. Sais no lo logró y más bien lo despedió ayer durante sus funerales.

“Cuando a Lilian se le pase un poco la tristeza, podrá también estar en paz. Estar en cama tanto tiempo como Gustavo no le hace bien a nadie”, agrega el teclista y productor sobre Cerati, quien cumplió 55 años el pasado 11 de agosto y permaneció en estado vegetativo desde el 15 de mayo de 2010 por el accidente cerebro vascular que sufrió en Venezuela, luego de un show.

“Gustavo era una persona inteligente no era el que lo hace todo solo, sino el que podía armar un buen equipo. Siempre estaba al tanto de todo, desde los instrumentos hasta las luces. Siempre estuvo un paso más adelante que el resto. Era un innovador”.

El promotor rockero Helmut Jeremías recuerda que en los 80 la música que Cerati hacía para Soda gozaba de mucho respaldo radial. Dos de las estaciones que más impulsaban eran Canal 96.5 Stereo e I’99, en esa época con el locutor René Narváez. Son los recuerdos de quienes gozaron la música de Cerati, a quienes le dirán siempre: “gracias... ¡totales!”.