La nave Soyuz TMA-09M, con tres tripulantes a bordo y la antorcha de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi’2014, regresó ayer con éxito a la Tierra, informó el Centro de Control de Vuelos Espaciales (CCVE) de Rusia.

El módulo de descenso de la Soyuz, que trajo de regreso al planeta al ruso Fiodor Yurchijin, a la estadounidense Karen Nyberg y al italiano Luca Parmitano, aterrizó en las estepas de Kazajistán. Los tripulantes de la Soyuz cumplieron una misión de cerca de cinco meses en la Estación Espacial Internacional (EEI).

Nada más ser evacuado de la cápsula, Yurchijin entregó la antorcha a representantes del comité organizador de los Juegos Olímpicos de Sochi.

El periplo espacial de la antorcha olímpica que encenderá el pebetero de Sochi comenzó el pasado jueves, cuando los tripulantes de la nave Sozuyz TMA-11, el ruso Mijaíl Tiurin, el estadounidense Rick Mastracchio y el japonés Koichi Wakata, la llevaron a la EEI.

El relevo olímpico en tierra será más largo de su historia, ya que  la antorcha recorrerá más de 65.000 km.El pasado sábado los cosmonautas rusos Oleg Kótov y Serguéi Riazanski efectuaron una caminata espacial en el curso de la cual realizaron un relevo olímpico simbólico con la antorcha, que durante los cinco días que permaneció en el espacio no fue encendida en ningún momento por razones de seguridad, informaron los organizadores de la cita deportiva internacional.

El jefe del programa ruso de vuelos espaciales pilotados, Alexéi Krasnov, declaró  que los deportistas rusos que más destaquen en los Juegos de Invierno de Sochi serán invitados al cosmódromo de Baikonur para presenciar el lanzamiento de una nave tripulada.

El relevo olímpico en tierra será el más largo de su historia, ya que en total la antorcha recorrerá más de 65.000 kilómetros a manos de 14.000 relevistas a través de 130 ciudades de las 83 entidades federadas que componen la Federación Rusa.

La antorcha de Sochi inició su singladura el pasado 6 de octubre en la Plaza Roja, en el corazón de Moscú,  donde fue encendida por el presidente Vladimir Putin  y, entre otros lugares, se sumergirá en Siberia en el lago más profundo del planeta, el Baikal.

El 20 de octubre alcanzó el Polo Norte tras surcar las aguas del océano Glacial Ártico a bordo del rompehielos atómico más grande del mundo.