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Ciencia

Nuevo satélite hará preguntas al Sol

Solar Orbitel es un proyecto de la ESA, en cooperación con 17 países europeos y la NASA.
Solar Orbitel es un proyecto de la ESA, en cooperación con 17 países europeos y la NASA.
Foto: Cortesía EPN
05 de febrero de 2020 - 00:00 - Yurien Portelles

Imaginemos que el hombre pueda conocer con exactitud a qué se deben las explosiones, llamaradas, erupciones y otros fenómenos que ocurren en el sistema solar. Este está lleno de partículas que viajan como si fueran sopladas desde el mismo astro, lo que se ha descrito como viento solar.

La misión del satélite Solar Orbitel será investigar precisamente qué ocurre en el origen de estas ondas que impactan en la Tierra. El 10 de febrero de 2020 está previsto que sea lanzado, tras dos intentos aplazados por las condiciones del tiempo.

Será la primera vez que un artefacto con esta misión lleve telescopios para fotografiar los polos del astro, que nunca antes se pudieron apreciar.

Luca Sorriso-Valvo se insertó en este proyecto durante los últimos 10 años. Hace poco más de un año que es profesor agregado de la cátedra de Física de la Escuela Politécnica Nacional (EPN). Por su intermedio, esta universidad estará representada en el proyecto, al igual que Ecuador.  

Este profesor, quien ha sido instructor de astronautas y tiene más de 100 publicaciones científicas, viajó para apreciar el lanzamiento al espacio, invitado entre unos 2.000 investigadores. Su participación tuvo que ver en la definición de instrumentos que iban a bordo.

satélite”Este satélite aportará los datos para al menos 15 años de investigación y podremos responder algunas preguntas sobre cómo funciona el Sol”. Foto: Cortesía EPN

Con anterioridad, los satélites enviados tenían alguna cámara para captar fotos en el área visible de los planetas y también instrumentos de medidas, como la velocidad, la temperatura y la densidad del material que pasa por sobre las antenas;  mientras los telescopios pueden sacar fotos de planetas, pero hasta este momento ninguno hacía las dos cosas al mismo tiempo, como sí lo hará el Solar Orbitel.

“Esto va a permitir relacionar estas dos cosas, ver cuál es la causa y efecto y cómo la actividad que se ve directamente en el Sol afecta el viento que pasa sobre el satélite”, explicó en entrevista con EL TELÉGRAFO.

Preguntas sin respuestas

Sorriso-Valvo expuso que los datos que recoja el aparato deberán responder, por ejemplo, “cómo funciona el sistema solar y, con más detalle, cómo funciona el Sol y su actividad; por qué esta tiene una variabilidad grande y cómo el astro rey  controla la heliosfera, o sea este material que tenemos en el espacio”.  

Los resultados tendrán aplicación para controlar los mecanismos del Sol, sus turbulencias y las fluctuaciones. “El material del que está hecho el Sol es lo mismo que se tiene que utilizar para hacer fusión nuclear. Si queremos repetir en un laboratorio esta fusión para producir energía limpia, hay que comprender los principios del sistema y luego aplicarlos”, dijo Sorriso-Valvo.

Señaló que, cuando empezaron los estudios de la meteorología, no se conocía mucho del movimiento de los fluidos y de las turbulencias y hubo que investigar para aplicar estos modelos que permiten hacer predicción del tiempo.

“Si no conocemos cómo funciona el Sol, ¿cómo vamos a utilizar las aplicaciones, por ejemplo, de la fusión nuclear? O sea, el efecto del impacto de estas fluctuaciones magnéticas solares sobre la Tierra, que es importante porque, si se rompen los satélites, se pierde la comunicación.

“El problema es enorme de quedarse sin GPS o todos los teléfonos apagados un mediodía; entonces, para prever y controlar el impacto de la actividad solar sobre la Tierra es necesario conocer tanto la actividad solar como la manera en que se transmite hacia el planeta”.

Además -dijo- se piensa que esta actividad solar y su impacto es uno de los elementos importantes de la evolución de las especies animales o de plantas.

Por eso considera necesario que se pueda controlar el impacto de la actividad solar sobre la Tierra y examinar cómo se transmite hacia este planeta.

Aportes a Ecuador

La participación del profesor Sorriso-Valvo otorga prominencia a la EPN. Cuando el satélite llegue a su destino y emita los primeros datos, sus alumnos podrán utilizarlos en investigaciones y en modelizaciones y vincularse a la investigación.

“Los primeros datos in situ se van a sacar desde mayo, si es que el satélite despega ahora, y de los instrumentos telescopios un poco más tarde, en junio, porque tenemos que acercarnos más al Sol”, precisó antes de viajar al lanzamiento del satélite.

“Las investigaciones podrán hacerse con data análisis, sacando los registros e intentando describirlos bien, para comprender cómo se vuelve la turbulencia de este viento cuando sale del Sol y se expande en la heliosfera”.

Se hará modelización por medio de simulaciones numéricas que resuelven ecuaciones no lineales complicadas de la dinámica del plasma y, además, se estudiarán los datos que salen de la simulación para compararlos con los que salen de las sondas del satélite.

El doctor Cristian Vásconez aseguró que este proyecto pondrá a los investigadores de la EPN y del país en contacto con quienes hacen ciencia en la comunidad internacional. “Es indispensable para hacer investigación”, enfatizó Sorriso-Valvo. (I)

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