Ecuatoriana, becada al Perimeter Institute

De pequeña, Mikaela Salomé Carrasco Hidalgo, quien nació en Atuntaqui pero vive en Ibarra, siempre se preguntaba: ¿por qué las rocas del río no se rompen con el agua? o ¿cómo será el movimiento del viento si no lo puedo ver?

Además, desarmaba juguetes, tomaba el maquillaje de su madre, Sandra Hidalgo, o algún adorno de la casa y examinaba su estructura y por qué no se caían las piezas.

“Tuve muchas dudas que estaban en mi mente y no sabía cómo explicarlas; después me di cuenta de que todo se explicaba a través de la física”, dice la joven de 22 años, quien cursa el octavo semestre en la carrera Física Pura, en la Escuela de Ciencias Físicas y Nanotecnología, en Yachay Tech.

Mikaela fue seleccionada entre miles de alumnos del mundo como una de las 20 mejores para acceder a una beca de verano en el Perimeter Institute for Theoretical Physics (PI), líder en investigación científica, capacitación y divulgación educativa en física teórica fundamental.

Ella explica que el instituto que la seleccionó valora mucho la motivación de los postulantes y el desempeño durante su carrera universitaria, puntos a su favor, pues formó parte del Grupo de Alto Rendimiento (GAR).

En toda su trayectoria estudiantil -destaca- siempre ha estado en el cuadro de honor de la escuela, colegio y universidad.

Y de ello está orgullosa su madre, quien no dudó en apoyarla cuando le dijo lo que pretendía estudiar.

A Mikaela le faltan dos semestres para terminar su carrera y convertirse en física, una profesión poco común para una mujer. Lo que se ve reflejado en su aula de clases donde hay 15 varones y tan solo 3 chicas.

Cuando egresó de la Unidad Educativa Experimental Teodoro Gómez De la Torre, en Ibarra, supo que su destino estaba fijado en Yachay Tech, pues era la única universidad que le ofrecía estudiar lo que ella anhelaba.

“Era la que más potenciaba la ciencia, la tecnología, la innovación; además, aquí se potencian las carreras puras porque en las otras universidades hay más ingenierías”, cuenta a este diario.

Argumenta que es mucho mejor seguir una carrera pura, ya que será una experta en toda el área. “Eso después me permitirá hacer un posgrado y saltar a cualquier tipo de ingeniería y cualquier tipo de aplicación”.

La joven viajará a Waterloo, Ontario (Canadá), donde está Perimeter, en mayo próximo, pues la escuela de verano se desarrolla del 25 de ese mes hasta el 8 de junio.

Durante su estancia tendrá la posibilidad de compartir, interactuar e investigar junto a docentes en física reconocidos en el mundo y, a su vez, aprender sobre temas como enigmas del universo, cosmología, astronomía y más.

Detalla que es muy probable que entre los 150 investigadores que hay allá se encuentre con mentes brillantes, como Lee Smolin, físico teórico dedicado al estudio de la gravedad cuántica.

O con Arthur McDonald, quien fue ganador del premio Nobel de Física en 2015, de manera conjunta con Takaaki Kajita.

Dos opciones

La universitaria revela que una vez que termine los estudios en Yachay Tech tiene dos opciones para su futuro: la primera es seguir investigando sobre cosmología o física cuántica. “Quisiera seguir un posgrado dentro de ese mismo instituto”.

La otra opción es especializarse en energía en recursos renovables. “Ya que tenemos un montón de recursos que debemos aprovecharlos de la mejor manera”.

Durante su estadía en Canadá no tendrá problemas con el idioma inglés, pues cuenta que, a partir del quinto semestre, todas las clases las recibe en ese idioma. “No creo que sea un obstáculo para nosotros, pues estamos acostumbrados”.

En ese sentido, destaca que en la universidad hay una planta de profesionales nacionales e internacionales “de la más alta calidad” que siempre se interesan en las oportunidades que se presentan a los estudiantes.

Comenta que antes de ella son muchos los alumnos que han sido seleccionados para este tipo de becas en otros países y que incluso han ganado competencias internacionales.

Además de prepararse para su viaje, Mikaela también piensa desde ya cuál será el tema de su tesis, pues quiere trabajar en uno que le llame la atención.

“Si nosotros vemos toda la tecnología que utilizamos, todo se basa en fundamentos físicos, y eso es lo que más me interesa”.

La joven ibarreña agrega que “a veces solo hacemos caso a las ingenierías, pero todo lo que aplican los ingenieros es con fundamentos físicos, y toda la naturaleza en sí es física”.

Ahora ella entiende por qué el viento golpea su rostro, aunque no lo vea. (I)