María Fernanda Porras Serrano es psicóloga clínica por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, magíster en ciencias sociales con mención en género y desarrollo por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Cuenta con vasta experiencia en proyectos de fortalecimiento de derechos de mujeres, niñas, niños y adolescentes, así como en la formulación de políticas para erradicar la violencia de género.

En el ámbito laboral, destaca su gestión como psicóloga clínica en Cepam, es coordinadora del proyecto “Las Mujeres Transformamos ciudades”, directora de Género del Ministerio de Interior, investigadora social para el Ministerio de Trabajo y secretaria de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación.

¿Cuál es el papel de un club de periodismo como actividad extracurricular dentro del proceso de formación de los estudiantes?

El Ministerio de Educación (MinEduc) fortalece la calidad de la educación con estrategias e insumos que permiten a las y los estudiantes alcanzar el perfil de salida del bachiller (justo, solidario e innovador); en este sentido, se plantean acciones en miras de estos objetivos como el programa de fomento a la lectura “Yo Leo”, que busca contribuir a desarrollar el comportamiento lector de la comunidad educativa. Con esto, un club de periodismo ayuda sin duda a fomentar en los estudiantes curiosidad, empatía ante la escritura y lectura, sensibilidad ante los hechos de la realidad y prácticas de investigación y comunicación.

¿Cómo ve la participación de los medios públicos (El Telégrafo) en la implementación de talleres para alumnos y profesores de los clubes de periodismo para fomentar la lectura y elaborar sus propios contenidos a publicarse en las páginas del periódico?

Es muy gratificante contar con la participación de instituciones como El Telégrafo en este primer pilotaje, dando iniciativas, proponiendo y comprometiéndose con la educación de niñas, niños y jóvenes del país; estas acciones trascienden en toda la sociedad.

Aportar, a través de los clubes de periodismo a los estudiantes, para que creen sus propios contenidos alrededor de temáticas cercanas a su realidad, los mismos que serán leídos por sus compañeros, familiares y la sociedad en general.

Es una estrategia que logra empatía hacia la escritura, interés por la lectura y la investigación y, sobre todo, un aprendizaje significativo que genera empoderamiento de los fenómenos que construye su realidad social; pero además que puedan tener acercamiento a una mirada ética de lo que implica, de su responsabilidad al hacer comunicación y tener el poder de la palabra dentro de los medios.

¿Cómo articular acciones de acompañamiento entre los medios de comunicación y el Ministerio de Educación como apoyo a las políticas formativas de niños y jóvenes en el país?

Es significativo que instituciones se sumen a iniciativas del Ministerio de Educación, pues favorecen a la educación de niñas, niños y jóvenes. La articulación debe hacerse desde una responsabilidad social, siendo agentes activos de la comunidad educativa, aportando y contribuyendo a una educación de calidad.

El Telégrafo diseñó un plan multimedia para periodismo digital, con la finalidad de interesar a los jóvenes en las estrategias de comunicación. ¿Cómo puede contribuir el MinEduc en esta estrategia?

En la era digital y de la información es importante que a los estudiantes se les acerque a recursos multimedia y se medie en la comprensión de todas las posibilidades que hay dentro de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). El Ministerio de Educación ha implementado acciones en relación con esto.

Por ejemplo: el programa Agenda Educativa Digital busca fortalecer y potenciar procesos de enseñanza-aprendizaje en el sistema educativo nacional. La estrategia que ha implementado El Telégrafo va alineada con estas acciones de aproximar a los jóvenes a su uso adecuado y fructífero con fines educativos.

¿Qué sugerencias tiene para perfeccionar esta página escrita por los jóvenes estudiantes?

Para el perfeccionamiento de esta página se sugiere que su contenido sea propuesto por los jóvenes, que se respete su criterio, con la menor interferencia posible de los criterios adultocéntricos. Se debe considerar que la persona que oriente el trabajo de las y los estudiantes debe sensibilizar y reflexionar de los contenidos que se deseen plasmar y no se expresen prejuicios, discriminación o estereotipos.

Por otra parte es importante que los estudiantes se apropien del derecho a expresarse a través de un medio plasmando una mirada crítica que cuestione la realidad, pues esto también permitirá que su voz aporte en la prevención y erradicación de las diferentes formas de violencia y otras problemáticas sociales a las que se exponen diariamente. (I)