De los 229 sitios declarados Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco, 114 están amenazados por actividades industriales y extractivas. Así lo advirtió -la semana pasada- un informe de la organización ambiental WWF.  En la lista difundida consta el Parque Nacional Sangay. Frente a esto, Francisco Prieto, director nacional de Biodiversidad del Ministerio del Ambiente (MAE), informó que desde esa cartera de Estado se envió a la Unesco una carta en la que exponen dos observaciones al informe.

Prieto explicó que de las 502.067 hectáreas que conforman el área protegida, solo una parte fue declarada Patrimonio Natural. En ese espacio se localizan los complejos lacustres: Ozogoche y Atillo, y 2 volcanes: el Altar y el Sangay, una elevación activa desde hace 30 años. En el límite sur de esta zona se levantó la carretera que une a Guamote con Macas.

Según el funcionario, cuando la organización internacional hizo el ejercicio, determinó que en este caso hay dos aspectos que requieren análisis, uno es la construcción de la vía que atraviesa el parque. “La carretera era una necesidad nacional, se realizó con todos los aspectos técnicos que garantizaron el mínimo impacto ambiental. Alrededor de 11 kilómetros de la vía pasa por el parque”.

El otro aspecto fue el levantamiento de hidroeléctricas. Sopladora, específicamente. Un informe de la vicepresidencia de la República indica que el proyecto que se construye en el límite provincial de Azuay y Morona Santiago, entre los cantones Sevilla de Oro y Santiago de Méndez generará una potencia de 487 megavatios. Este es uno de los 8 proyectos hidroeléctricos que edifica el Gobierno con el objetivo de cambiar la matriz energética del país. Según el Ministerio de Electricidad y Energía Renovable, los trabajos realizados en la construcción de Sopladora, en su mayoría, fueron  subterráneos, lo que permitió registrar un bajo impacto ambiental. Además permitirá reducir las emisiones de CO2 en aproximadamente 1’700.000 toneladas, que equivalen a la contaminación promedio de 550.000 vehículos pequeños.

“Desde 2009, cuando se otorgó la licencia ambiental a Sopladora, se hacen inspecciones anuales. Según Calidad Ambiental, este proyecto  tiene los más altos estándares ambientales”, aseguró Prieto.

También aclaró que el área donde se ubica la hidroeléctrica que aún no está operando, no forma parte del predio inscrito como Patrimonio Natural.

¿Qué se está haciendo?

Actualmente en el Parque Nacional Sangay se realizan acciones que buscan mejorar la gestión y el monitoreo de la vida silvestre. Una de ellas es el proyecto de especies emblemáticas, que acoge a 18 animales ‘bandera’ del país. En Sangay habitan 3 especies que forman parte de la iniciativa: el oso de anteojos, el tapir de montaña y el cóndor andino.

En noviembre de 2015 esta área protegida fue el escenario del Primer Censo Nacional de Cóndores del país. Como resultado se estimó que la población total del ave emblema de Ecuador oscila entre los 94 y 102 individuos, distribuidos en 70 dormideros. Prieto indicó que antes de ese conteo, el país no disponía de estimaciones sistemáticas del tamaño y estructura poblacional del cóndor andino, lo cual impedía una evaluación objetiva de la situación de la especie. “Esto dificultaba el diseño y ejecución efectiva de conservación”.

Además de la construcción de infraestructura a gran escala (hidroeléctricas o carreteras) el informe de la WWF también identifica otras amenazas: la deforestación. Ese no es el caso de Sangay, enfatizó Prieto. Aunque no maneja cifras exactas de los predios vinculados al programa Socio Bosque y Socio Páramo, el funcionario aseguró que en esa zona existe una alta presencia de conservación del bosque. A esto se le suman iniciativas sostenibles y programas de educación ambiental en las comunidades locales. (I)