De la vieja república petrolera al nuevo país del conocimiento

¿Qué es una matriz productiva? ¿Qué significa cambiar la matriz productiva? Podemos intuir que se trata de un cambio en el modelo de producción del país. Quizá deducimos que se trata de un nuevo modo de hacer negocios, una nueva política para fortalecer la producción local y un reforzamiento de las iniciativas productivas de la industria nacional.

Según la definición de la Estrategia Nacional para el Cambio de la Matriz Productiva, este es “un gran proyecto político societal, no un programa de gobierno, que incluye al sector privado, al sector público y al sector correspondiente a la economía popular y solidaria”. Uno de sus principales propósitos es erradicar definitivamente la pobreza extrema y promover el Buen Vivir de los ecuatorianos de manera sostenible en las dimensiones económica, social y ambiental.

Desde que Ecuador se proyectó hacia los mercados internacionales, lo hizo con productos básicos. El boom bananero, que se registró a mediados del siglo XX, entre 1950 y 1971, determinó la implementación de un modelo agroexportador que concentró las exportaciones en pocos productos primarios no procesados e impidió que las inversiones se concentraran en el desarrollo de industria propia que pudiera ofrecer productos procesados al mercado. La economía del Ecuador, desde entonces, adoptó relaciones capitalistas en el sector exportador, un trabajo agrícola asalariado y la consolidación del agro en la Costa.

En 1972, se descubrieron yacimientos petroleros que cambiaron radicalmente la economía nacional, de un modelo agroexportador a un modelo petrolero exportador. Esta transición provocó migraciones internas, la urbanización del país y el desarrollo, tanto de una clase media como de un sector informal urbano. Desde finales de la década de los setenta, los ingresos por las rentas petroleras impulsaron la industrialización, el desarrollo de infraestructura en las ciudades, el crecimiento inmobiliario y el comercio interno y externo. Sin embargo, este desarrollo industrial provocó débiles encadenamientos con el resto de los sectores, monopolios y explotación laboral. La economía continuó concentrada en la producción y exportación de bienes primarios: además del banano, el camarón, flores, madera, etcétera, cuyos precios en el mercado internacional son fijados por carteles mundiales. Es decir, que Ecuador no es totalmente soberano sobre la comercialización de esos productos. Ese modelo de desarrollo llegó a su máxima crisis en la década del noventa. El elevado endeudamiento externo del país hizo que los gobiernos dispusieran inhumanas políticas de ajuste, promocionando exportaciones al servicio de la deuda hasta terminar en la absoluta depresión económica que desembocó en la renuncia a la soberanía monetaria y en el inicio de la dolarización.

Cambiar la matriz de producción basada en el petróleo o en el banano y otros productos primarios por una matriz productiva basada en el conocimiento es la receta que se plantea Ecuador para eliminar la dependencia de estos productos en el mercado mundial. Pero, ¿cómo puede el Estado ecuatoriano lograr esa transformación de todo un modelo de economía?

Según la Estrategia para Cambio de la Matriz Productiva, uno de los métodos es generar tecnología propia. Es necesario aprovechar la ventaja de que Ecuador cuenta con mucha energía muy barata, gracias a sus cuencas hidrográficas, por ejemplo, cosa que otros países industrializados no tienen y, sin embargo, gozan de una economía más saludable.

Los sectores priorizados de la producción, para este cambio de paradigma de la economía nacional, son: Turismo; Alimentos frescos y procesados; Energías renovables; Productos farmacéuticos y químicos; Biotecnología: bioquímicos y biomedicina; Servicios ambientales; Metalmecánica; Tecnología: hardware y software; Plásticos y caucho sintético; Confecciones, ropa y calzado; Vehículos, automotores, carrocerías y partes; Transporte y logística; Construcción; y Cadena forestal sustentable y productos madereros procesados. Además, son 5 las industrias que son consideradas estratégicas: Refinería, Astillero, Petroquímica, Metalurgia y Siderúrgica.

Si otro obstáculo para que Ecuador se posicionara como un mercado atractivo en el mundo fue que históricamente no se haya ejercido la soberanía sobre los recursos naturales, el cambio de matriz productiva pretende ejercer esa soberanía pero, específicamente, en energía renovable, que no destruya el entorno, sino que se regenere y que aporte con los recursos necesarios para desarrollar la industria local. Producir más contaminando menos, es la consigna que esta estrategia promueve.

La construcción de nuevas centrales hidroeléctricas busca alcanzar un 90% en generación de energía eléctrica limpia y renovable y ubicar a Ecuador como uno de los principales exportadores de energía eléctrica en el continente. Solo el proyecto Coca Codo Sinclair, con una inversión de alrededor de 2.200 millones de dólares, proveerá de más del 50% de la energía que necesita Ecuador. Además, se están construyendo proyectos multipropósito, es decir, que provean de energía, riego y control de inundaciones a la vez; autopistas, aeropuertos, puertos y telecomunicaciones. En total, se han invertido en el sistema eléctrico nacional más de 7.000 millones de dólares.

Pero, si el cambio se orienta hacia una matriz basada en el conocimiento, el fortalecimiento del talento humano es medular. Al cambio de matriz productiva debe corresponderle un cambio en la matriz de consumo, y un cambio en la matriz cognitiva. Por eso, el acceso gratuito a la educación en todos sus niveles, el programa de becas, la construcción de la Ciudad del Conocimiento (Yachay), la creación de la Universidad Nacional de Educación, de la Universidad de las Artes y la universidad Ikiam están insertos en esta estrategia.

La inversión pública no se orienta únicamente a proveer bienes y servicios, sino también al impulso de la inversión privada para la ejecución de proyectos estratégicos e infraestructura. Según cifras del Banco Central del Ecuador, entre 2006 y 2013 la inversión pública llegó a 14.071 millones de dólares, un 14,9% del Producto Interno Bruto.

Cambiar la matriz productiva es producir más, mejor y cosas nuevas, ha dicho el vicepresidente de la República, Jorge Glas, para quien la premisa: “Primero la gente, luego, la naturaleza”, es su bandera. (I)