Llegar a la recepción de una empresa y encontrarse con un gran labrador negro -sentado en uno de los muebles- sorprendería a cualquier visitante que no imagine que mascotas y trabajadores pueden compartir el mismo espacio.

También le sería extraño que en una junta de auditoría, la cola de un can se moviera en medio de las sillas, mientras el personal trata un tema laboral.

La inclusión de mascotas no es ajena a la realidad de algunas empresas de Estados Unidos. Según una encuesta de la American Pet Products Association (Asociación Estadounidense de Productos para Mascotas) cerca de 1,4 millones de dueños llevan al trabajo a unos 2,3 millones de perros todos los días.

Los dueños consideran que estos entornos son ideales para mejorar la moral, fomentar la colaboración y disminuir el estrés de los empleados.  

Algunas de las corporaciones más grandes como Google y Amazon aceptan la compañía de canes porque quieren tener felices a sus trabajadores.

En Latinoamérica esta corriente de ‘pet friendly’ (amigables con las mascotas) está en incursión. Buenos Aires, por ejemplo, se sumó a la tendencia.

Los empleados de algunas empresas van al trabajo con sus perros y algunas compañías optan por adoptar de forma institucional una mascota.

En Ecuador, aceptar esta propuesta en la mayor parte de empresas aún es complicado, aunque pocas ya tomaron la iniciativa hace más de una década.

Ese es el caso de Incable, una industria dedicada a la fabricación y comercialización de conductores eléctricos, ubicada en el km. 26 de la vía Perimetral de Guayaquil.  

Actualmente los 270 trabajadores de la empresa están acostumbrados a compartir su entorno con 9 perros y 40 gatos.

La gerente de Marketing, María José Yépez, es quien lidera los cuidados de las mascotas. Está al tanto de los chequeos médicos, de las vacunas, que no les falte comida y de sus cuidados en general.

“Cuando vine a trabajar (hace 5 años) me impresionó porque yo veía perros y gatos por todos lados. Yo dije Dios mío, esto es perfecto, es el paraíso”, comenta.

Yépez recuerda que en la entrevista de trabajo el dueño le preguntó si le gustaban los animales. Su respuesta fue un sí rotundo.

La filosofía que maneja Incable nace del gerente General, Oduvaldo Fernandes, un brasileño con cerca de 30 años viviendo en el país, amante de los animales.

“Para la empresa es esencial que les gusten las mascotas. Hay gente a la que no le gustan, pero es muy claro que no pueden lastimarlas. Tú puedes tener 30 años de carrera pero lastimas a un perro y te vas, lastimas a un gato y te vas. Y eso ha pasado”, agrega Yépez.

De los 9 perros que viven en la empresa, 6 son machos y 3 son hembras. Una de las historias que más les ha llegado es la  de King Kong, un labrador que fue rescatado en el sector conocido como la Entrada de la 8, al noroeste de Guayaquil.

Los trabajadores lo recuerdan desnutrido y con un tumor cancerígeno en la zona de su órgano reproductor. Le practicaron 7 sesiones de quimioterapia y le extirparon el tumor hasta curarlo por completo. “No perdió peso, ni pelo, afrontó el cáncer muy bien a pesar de que caminaba por las oficinas y derramaba gotas de sangre. Su proceso de recuperación fue bastante doloroso y aun así no se hizo agresivo”, recuerda Yépez.

King Kong es uno de los más consentidos por los empleados, al igual que Hércules y Quake (terremoto en inglés). La llamaron así luego de ser rescatada en Pedernales, una de las zonas más afectadas de Manabí por el sismo de 7.8 grados, ocurrido el pasado 16 de abril.

Ser rescatados es lo que caracteriza a cada una de las mascotas, incluida la cuarentena de gatos. La mayoría llegó en deplorables condiciones, como el caso de

“Ludovico Peluche”, un pequeño perro que hasta el jueves permanecía en recuperación por una anemia severa.

¿Cómo se labora con mascotas?

En las entradas de los pasillos de la empresa es fácil visualizar platos de agua y comida para animales. El conserje se encarga de tenerlos siempre abastecidos, aunque a los canes también les agrada degustar otras comidas.

Generalmente a las 8:00, los perros entran a las oficinas en busca de panes o comida que llevan los empleados para desayunar. También es normal que un gato trepe el escritorio o que un can se acueste al pie del trabajador.

Catherine Mendoza, del departamento de Ventas Nacionales, expresa que de ningún modo los animales interrumpen el trabajo. “Tratar con clientes a diario tiene ratos de estrés pero ellos nos arreglan el día”.

Precisamente ese es el principal beneficio de tener estos trabajadores de 4 patas en la oficina: aliviar el estrés laboral.

Una investigación realizada en 2012 por la Universidad Commonwealth de Virginia, en Estados Unidos, determinó que los empleados que trabajan cerca de sus mascotas sienten menos estrés que quienes deben separarse de sus animales durante el horario laboral.

“Los perros en el lugar de trabajo pueden hacer una diferencia positiva”, dice T. Randolph Barker, profesor de Administración en la Escuela de Negocios de la institución.
El docente estudió los efectos de la presencia de animales domésticos sobre los niveles de estrés de los trabajadores.

“La diferencia en la percepción de estrés entre los días en que el perro estuvo presente y ausente fue significativa. Los empleados en conjunto tuvieron mayor satisfacción laboral que los estándares de la industria”.

En Incable también hay iguanas y bebederos para los pájaros. En cada recipiente les colocan miel para que lleguen especies como los colibríes.

Junto a una gruta de la Virgen, en uno de los patios de la empresa, hay espacio verde en donde han sido enterradas las mascotas que murieron por su avanzada edad.
Los canes que pasean en las oficinas, duermen en el mismo sitio. Algunos ocupan el despacho del gerente, acondicionado con aire.

Cada dos semanas los perros son turnados para ser llevados al baño. Se van por la mañana y regresan en la tarde, pero el objetivo es tener un espacio exclusivo para ellos.

Dentro de la empresa, obreros trabajan en estos días en la construcción de una perrera que espera entrar en funciones en las próximas 3 semanas.

Tendrá un consultorio veterinario con un médico especialista de planta, 9 caniles y 9 gatiles. “La idea es que si necesitan operar a una gata para esterilizarla, la operen, y se la controle aquí que es más fácil”.

Al mes, la empresa gasta en el cuidado de los animales.

Todo se justifica para tener un ambiente afable con las mascotas y para que los empleados tengan un respiro con los amigos de cuatro patas, que los reciben a diario con alegría. (I)

Sitios 'pet friendly' combinan servicios con mascotas

Andrea Olivares es la propietaria del centro de Belleza Bastet, ubicado en la Kennedy Norte, en Guayaquil, y su amor por los animales ha hecho que su negocio se convierta en un sitio ‘Pet Friendly’ o ‘amigable con las mascotas’. Estos lugares destinan ciertas zonas para que dueños y animales gocen de los servicios juntos.

A decir de Olivares, las mascotas no interrumpen, incluso recuerda a más de una cliente que disfrutaba que las gatas rescatadas que permanecían en su local “le dieran masajes en las piernas mientras les hacía el pelo”.
Señala que todo es cuestión de cultura y respeto ya que hay personas que son alérgicas. Sin embargo añade que es posible compartir estos sitios para desconectarse por unos minutos del trabajo. (I)

Datos

La socialización entre los empleados aumenta cuando hay mascotas en la oficina, porque se convierte en una manera de llegar a otros.

En un estudio de la Universidad de Commonwealth de Virginia se observó que empleados sin perros pedían a sus colegas sus mascotas para pasearlas durante los descansos.

Se ha demostrado que la presencia de las mascotas mejora el ánimo y disminuye el ausentismo.