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Ecología
De los 652 nidos de petreles que hay en Santa Cruz, el 70% tiene un pichón
Los 652 nidos de petreles registrados por la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG), fueron sometidos esta semana a un monitoreo por parte de guardaparques de esta institución y del Ministerio del Ambiente. La actividad se la realiza con la finalidad de determinar el estado poblacional de petreles y así aplicar medidas de control a las especies introducidas que podrían afectar el proceso reproductivo de este año.
Las colonias de Cerro Helecho, en la mina de granillo rojo, y las de Media Luna, parte alta de la isla Santa Cruz, fueron las primeras en donde se efectuaron las inspecciones. Allí se determinó que el 70% de los nidos contabilizados tenían pichón.
El petrel de Galápagos (Pterodroma phaeopygia), conocido también como pata pegada, es una especie endémica de ave marina, de hábitos nocturnos, que anida en zonas altas de las islas Santa Cruz, San Cristóbal, Isabela, Floreana y Santiago.
Los petreles son aves pequeñas que buscan zonas boscosas para formar nidos en cuevas profundas de la zona húmeda, donde colocan un solo huevo al año. Cuando son adultos regresan a la misma colonia a anidar.
El trabajo del guardaparque es de comprobar en el interior de cada nido y verificar la presencia de residuos de plumaje lo que permite determinar si existen aves adultas, huevos, o si ya se ha producido la eclosión y hay pichones. Este proceso, los expertos lo realizan de manera directa o utilizando linternas.
En lo que se refiere a la zona de Los Gemelos, los petreles regresaron a anidar este año después de décadas de ausencia.
Riesgo de extinción
Los trabajadores del Parque Nacional Galápagos colocaron 1.100 estaciones de control de roedores en dicha zona, para controlar la presencia de esta especie también introducida. La vigilancia se la realiza dos veces al mes durante todo el año, en todas sus colonias de anidación.
La inspección de especies introducidas como la mora y guayaba ha contribuido a restaurar el hábitat de las aves, de los cuales se calcula existen 8.500 parejas en todo el archipiélago. Esta especie actualmente se encuentra en la categoría de peligro crítico de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El mayor colapso de la población del petrel se originó en la isla Santiago, en donde bajó de unas 11.250 parejas a menos de 500 hace dos o tres décadas. En otras islas también disminuyeron considerablemente. La alimentación de esta especie está basada en calamares, peces y crustáceos.
El comportamiento de estas aves también es tomado con mucha importancia para determinar si están siendo amenazadas por sus depredadores comunes. (I)