La Dirección de Gestión Económica del Municipio de Loja, a través de la Unidad de Generación de Empleo, impulsa el proyecto de franquicias sociales “Trabajo para todos”.
La iniciativa tiene como fin reubicar a los vendedores ambulantes en determinados sitios de la ciudad.

El plan es cofinanciado por las Naciones Unidas a través de la Secretaría Nacional del Migrante (Senami), con el propósito de que se convierta en un modelo de negocios y pueda ser replicada a nivel de la provincia y el país.

Según Édison Toapanta, coordinador de la Unidad de Generación de Empleo, la propuesta consiste en entregar un carro gratuitamente a los vendedores ambulantes y reubicarlos en unos lugares apropiados.

Previamente, técnicos de esa dependencia hicieron un estudio de mercado para conocer la realidad de estos comerciantes, saber cómo se desenvuelven, de dónde sacan los productos y cómo los comercializan.

Además, efectuaron una encuesta a los ciudadanos para conocer, entre otras cosas, por qué compran en la vía pública, información que les permitió plantear una propuesta que ayude a los vendedores más necesitados.

El estudio permitió descubrir que, en su mayoría, las personas que se dedican a este trabajo tienen otros negocios, viven en buenas condiciones y con los recursos suficientes.
De ahí que solo 186 comerciantes serán beneficiados con el proyecto, el cual se pondrá en marcha desde el 30 de marzo.

Primero será un plan piloto, donde actuarán 30 personas y que durará seis meses. En este tiempo que se ejecute, los 186 participantes serán capacitados en nuevos modelos de trabajo, requisito obligatorio para obtener el permiso.

Los exteriores del estadio Reina del Cisne, Parque Infantil, redondel de La Argelia, canchas del barrio San Pedro, Parque de los Molinos y Jipiro son los sitios donde se ubicará a los beneficiarios que se dedican a vender asados, hamburguesas, empanadas, morocho y un sinnúmero de comidas rápidas.

“La intención es que se convierta en un patio de comidas donde los productos tendrán registro sanitario. Quienes gusten de estos alimentos podrán concurrir a estos sitios que contarán con la seguridad necesaria”, señaló Toapanta.

El costo del proyecto es de $ 63 mil, de los cuales $ 51 mil son un aporte de las Naciones Unidas a través del programa Juventud, Empleo y Migración, que lo ejecuta la Senami. La diferencia, de aproximadamente $ 11 mil, es financiada por el Municipio de Loja.

Los favorecidos aportarán con $ 500 para la adquisición de uniformes, utensilios y envases.