Las autoridades del Azuay no descartan decretar la ley seca debido al aumento de los casos de intoxicación por ingesta de alcohol metílico en la provincia.

El consumo de licor adulterado dejaba, hasta el mediodía de ayer, dos personas muertas y otras ocho afectadas en Cuenca. Todos estos casos se relacionan con la celebración de un cumpleaños el sábado anterior en el barrio Los Cantones, en el que se consumió alcohol obsequiado por uno de los asistentes.

No obstante, se teme que licores de similares características hayan sido expendidos en otros puntos de la capital azuaya, e incluso de la provincia, por lo que se estudia la prohibición temporal del consumo de bebidas embriagantes en esa jurisdicción. 

Hasta ayer, jueves, cuatro de los intoxicados permanecían en cuidados intensivos de casas de salud como el Hospital del IESS y la Clínica Latinoamericana, en Cuenca, y el hospital Homero Castanier, en Azogues (Cañar). Mientras que las otras cuatro víctimas se encontraban internadas en cuidados intermedios del hospital Vicente Corral Moscoso.

Según el gobernador  Humberto Cordero, las autoridades ya conocen la identidad de las personas que habrían adulterado el licor consumido en la fiesta sabatina. “Estamos trabajando con la Fiscalía para reunir todas las pruebas necesarias, a fin de que no queden en la impunidad este tipo de actos criminales en los que las personas adulteran licores domésticamente con el único propósito de beneficiarse y sin pensar en las consecuencias”, declaró el funcionario.

Por su parte, Marco Freire, director de Salud de la provincia, anunció que los afectados reciben el tratamiento recomendado en estos casos, que consiste en la administración de alcohol etílico (el que contienen los licores) para intentar contrarrestar los daños producidos por la ingesta del alcohol de tipo metílico.

De acuerdo con Freire, en la provincia serrana existe el registro de 72 productores artesanales de licor, 35 de los cuales cuentan con los permisos respectivos y los 37 restantes se encuentran en procesos de capacitación.

Finalmente, tanto el Gobernador como el funcionario del área de Salud llamaron a los ciudadanos para que denuncien actos como la adulteración de bebidas y la venta de licores sin los respectivos permisos ni registros sanitarios, a través de la línea 1800-DELITO.