La llegada del tranvía a Cuenca trajo a la memoria muchas escenas del arribo del primer tren a la estación de Gapal en esta ciudad.

Corría el año de 1965 cuando toda Cuenca se volcó a la parte sur a la espera del tren que debía llegar procedente de Sibambe.

El viejo puente de Ingachaca, ahora conocido como Gapal, casi no resistió el peso de las personas que llegaban de todas partes para mirar a la gran máquina.

“Claro que recuerdo ese día que tuvimos que ir a Gapal y esperamos toda la tarde hasta que llegó pitando el tren por donde ahora es la ciudadela Bosque de Monay”, dijo Alicia Bermeo, una mujer que señaló haber visto la llegada del tren.

Bermeo agregó que ese día fue todo un acontecimiento, “habían ríos de gente que llegaban de todas partes para ver esa máquina que funcionaba a vapor”, dijo.

Así como ella, también hay otras personas que recuerdan la llegada. “La gente que no pudo llegar a la estación madrugó al día siguiente para mirar esa máquina gigante que botaba mucho humo”, dijo Juan Lojano, un hombre de 82 años.

El tren, paulatinamente, fue desapareciendo. En 1992, el entonces presidente Rodrigo Borja reactivó el tren desde la ciudad de Azogues, incluso él mismo manejó la máquina hasta Cuenca, pero en 1993 el desastre de La Josefina borró el camino y se perdieron los rieles de este medio de transporte, que contribuyó en gran medida al desarrollo del sur del país.

En 1994, subieron a una plataforma y se llevaron de la ciudad la máquina de 45 toneladas, pese a los reclamos de los habitantes de Cuenca, la locomotora nunca más regresó a esta ciudad.

Hoy si bien aún permanece la estación, allí solo reposan pedazos de rieles, viejas casetas y muchos recuerdos de lo que fue el primer tren que llegó a Cuenca.

Ahora se trata de un tranvía

Cincuenta años después, la modernidad ha puesto en marcha un nuevo proyecto para Cuenca: el tranvía. La llegada de la primera máquina a Cuenca, de las 14 que están previstas, causó admiración y alegría entre los ciudadanos.

A su llegada los cuencanos paralizaron por un momento sus actividades, otros no dejaron pasar la oportunidad para fotografiarse con la máquina que comenzará a trabajar desde el próximo año.

“Desde la madrugada que llegamos, la gente tomaba fotos, preguntaba sobre la máquina”, dijo César Vera, conductor de uno de los tráileres que trajo el tranvía desde el Puerto de Guayaquil a Cuenca.

Desde San Joaquín hasta el patio-taller, ubicado en el sector del ex-CREA les tomó cerca de 2 horas para arribar, en el trayecto los ciudadanos no perdieron el tiempo para tomarse fotografías, otros dejaron sus construcciones para sacar su celular y tener una foto de recuerdo, no faltaron las personas que pararon sus vehículos y causaron congestionamiento, pero el objetivo era tener una imagen con la primer máquina que llegó a la ciudad.

“Cuenca se va modernizando y esto va quedando en la historia”, dijo Gonzalo Torres, en el sector de la vía rápida Cuenca-Azogues, donde el tráiler tuvo que realizar varias maniobras para sortear los deslizamientos que han dejado la vía en mal estado.

Diez horas le tomó al conductor llegar a Cuenca, “fue un poco más difícil desde Molleturo hasta El Cajas por el alto tráfico y por la gran subida que existe”, dijo Vera, un manabita que por más de 24 años trabaja llevando grandes cargas por todo Ecuador.

Vera utilizó la vía Puerto Inca-Molleturo-Cuenca y según él la máxima velocidad que imprimió fue de 60 kilómetros por hora, “pero más tuve que venir entre 30 y 40 kilómetros por hora”, dijo el conductor.

Dos partes

El primer tranvía llegó dividido en 2 partes: una que tiene 14 metros de largo y la segunda de 18 metros; fueron ensambladas en el patio-taller para formar la primera unidad que tiene una cabeza al inicio y otra al final, lo que quiere decir que el mismo conductor tendrá que cambiar de asiento porque la máquina no podrá dar la vuelta al final de su recorrido.

Este tranvía tiene capacidad para transportar 275 pasajeros, tiene 64 asientos, un espacio para discapacitados y áreas para quienes vayan de pie.

Todo va de acuerdo al cronograma

Las obras, según el gerente del Tranvía de los Cuatro Ríos, Gerald Fernández, tienen al momento un avance del 37% en toda la ciudad. Está previsto que estas concluyan en julio de 2016 y que inmediatamente el proyecto inicie operaciones.

El patio-taller ya puede recibir hasta finales de este mes a 2 tranvías más que deben estar en la ciudad y para octubre podrán recibir a otros.

“El patio-taller tiene un avance del 60%, lo que está dentro de los cronogramas establecidos por parte de los contratistas”, dijo Fernández.

En cuanto al tendido de rieles, Fernández indicó que se lleva un aproximado de 6 kilómetros de los 20 que hay que colocar.

Hasta el momento se trabaja en 5 frentes de trabajo: avenida España, av. De las Américas, Gran Colombia, en la calle Lamar y un frente en el patio-taller que está ubicado en el predio del antiguo CREA.

En cuanto a las obras que se realizan en la calle Gran Colombia, los comerciantes del sector dieron un plazo de 4 meses y medio para que se termine el primer carril y de esta forma pueda ellos continuar con sus negocios.

Gerald Fernández aseguró que se está cumpliendo con el compromiso adquirido: “Todavía estamos a 30 días de esa oferta y esperamos salir de acuerdo con lo comprometido”, indicó el funcionario.

De momento, aproximadamente 690 trabajadores (entre obreros, supervisores, personal de tendido de rieles, entre otros) laboran en el proyecto.

El gerente del Tranvía de los Cuatro Ríos mencionó asimismo que de momento están definiendo los perfiles de quienes conducirán los tranvías.

“Tenemos un tiempo de 10 meses para preparar a estas personas”, indicó. Se estima que 120 ciudadanos, entre choferes, mecánicos y otros se capacitarán con estos fines. (I)