Hay preocupación en la población de La Solita, sector de Montecristi (Manabí), junto al bosque de Pacoche, por la repentina muerte de 44 monos aulladores. A inicios de este mes fueron hallados los primates fallecidos y enfermos.

Cerca de la vivienda de Rolando Chávez, vicepresidente de la comunidad, había cientos de estos animales meses atrás. Posteriormente, migraron al sector La Clemencia.

El hombre, quien se abastece de agua de los pozos del cauce de un río, temía que los primates llegaran enfermos y contaminaran el líquido. Los cuerpos fueron encontrados cerca de La Solita, La Tembladera, El Hugo y Los Pocitos, ubicados entre Manta y Montecristi.

Según los resultados enviados por el Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (Inspi), se  descartó la presencia del virus del dengue,  chikunguña, fiebre amarilla y zika en los monos aulladores hallados muertos en la provincia de Manabí.

Tampoco hay “infestación con el parásito Angiostrongylus cantonensi”. Aún se espera el análisis toxicológico de las muestras de agua. Hasta ayer, en la zona, se ubicaron carpas de atención. Veterinarios y especialistas monitorean el refugio de Vida Silvestre Marino Costera Pacoche para evaluar a los primates.

Edgar Peñafiel, director  del Ministerio del Ambiente (MAE), explicó que lo importante es precautelar la seguridad de la fauna silvestre y rescatar a los animales sanos y enfermos. El refugio, por decisión del MAE, está cerrado temporalmente a la visita de turistas.

En la zona, de acuerdo con un inventario de la fauna silvestre, hay 600 monos negros aulladores (Alouatta palliata). “En el caso de que se hallen monos enfermos, se observará su sintomatología y se proporcionarán tratamientos paliativos, encaminados a los síntomas que van apareciendo”, adelantó Peñafiel.

El siguiente paso -destacó el funcionario- será  tratar a los enfermos en un área de observación. En un camión se evaluará el estado de los primates. “Los monos serán sometidos a tratamiento y cuando se curen serán reinsertados inmediatamente a su hábitat”, dijo.

Actualmente, se les ha extraído muestras de sangre y tejido para aclarar las causas de la muerte de esta especie. Los análisis fueron enviados a un laboratorio de la Universidad San Francisco, de Quito, cuyos resultados estarán listos esta semana. También, se pretende proteger la salud de los habitantes de las áreas de influencia de la reserva.

El Ministerio de Salud Pública  implementó campañas de vacunación de fiebre amarilla para la ciudadanía. Asimismo, se analiza la posibilidad de que los afectados hayan sido contagiados de enfermedades propias de la especie o que su muerte haya sido provocada por otros factores.

Los primeros análisis ya son procesados en los laboratorios de Ecuador, pero también se enviaron muestras al Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Atlanta.

Jaime Salas, biólogo de la Universidad Estatal de Guayaquil, destacó que las autoridades realizan una acertada labor al aislar a los monos. “Se supone que podría haber un tema de malaria, de zika... ellos están utilizando un principio de precaución para evitar que las muertes aumenten”, destacó Salas.

Por su parte, Andrés Ortega, veterinario de la Universidad San Francisco de Quito, informó que en días pasados se reunió en Quito personal del Ministerio de Salud y del Ministerio del Ambiente para tratar el tema. “Se está investigando si los monos tuvieron contacto con el caracol africano o con químicos que las poblaciones cercanas usan para fumigar a esta plaga”.  

Lo que supone Andrés Ortega es que el insecticida se fijó en las hojas de los árboles que suele consumir esa especie de primates. (I)

DATOS

El primer grupo de monos aulladores muertos, 9 en total, fue encontrado hace dos semanas, en el sector La Solita, en Montecristi (Manabí).

Un mono fue recogido débil y llevado al refugio del Parque Nacional Machalilla, pero  murió.

El veterinario que le realizó la autopsia detectó que tenía lesiones en el sistema digestivo, por lo cual se tomaron muestras para ser analizadas.

En Ecuador la especie más común es el mono negro, seguido del rojo.

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Situación en Panamá y Nicaragua

La especie es afectada en Latinoamérica

En Panamá, las autoridades ambientales reportaron, a mediados de enero pasado, la muerte de varios monos aulladores jóvenes en Cabuya de Patria, en el centro del país.

El Ministerio del Ambiente de esa nación -de acuerdo con el portal del diario Panamá América- investiga las causas del  deceso de los primates. No descarta las posibilidades de que hayan sido envenenados o murieran por alguna enfermedad.

Precisamente, en este país existe la isla Barro Colorado, de 1.564 hectáreas, donde viven 465 especies de vertebrados, incluyendo 72 tipos de murciélagos, además de 500 de mariposas, 400 de hormigas, 384 de pájaros y cinco tipos de monos: araña, cariblanco, tití, aullador y el mono nocturno.

En Nicaragua, la organización ambientalista Paso Pacífico reportó que entre noviembre de 2015 y enero de 2016 murieron al menos 72 monos aulladores en las comunidades de San Juan del Sur, Tola y Chacocente en Rivas.

Las autoridades militares nicaragüenses aseguran que la desaparición de los primates se debería a la falta de agua y alimentos en la zona.

No obstante, Paso Pacífico coordina con científicos de la Universidad de California en Davis una investigación para determinar la causa de los decesos. “Los animales salvajes mueren todo el tiempo, pero es raro ver esta cantidad en tan poco tiempo, sin razón aparente”, señaló al diario digital estadounidense Global Post el doctor en conservación Kim Williams-Guillén, quien se encuentra en las selvas de Nicaragua desde 1999.

Por su parte, Liliana Cortés Ortiz, investigadora de la Universidad de Michigan y miembro del primado Grupo Internacional de Especialistas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, aseguró que este tipo de mortandad de animales aparentemente sanos es inusual.

La muerte de los primates por causas desconocidas “es una preocupación potencial para los seres humanos también”, añadió Cortés. “Simplemente no sabemos por qué ocurre esto y tenemos que averiguarlo”, agregó la investigadora.

Los animales tenían los estómagos relativamente llenos y no había señales evidentes de trauma. Los expertos temen que haya casos no reportados.

A nivel internacional también trascendió la noticia de los primates afectados en Ecuador. Ante esta información, la Zona de Salud 4 alertó a los funcionarios del Distrito 2.
Las carteras de Ambiente, Salud y  Agricultura realizan una labor interinstitucional. (I)