Ya que las autoridades de educación aprobaron modificar el nombre de nuestra institución, surge una pregunta: ¿debería también reformarse  el actual uniforme del plantel? En mi opinión, la respuesta es sí. Esto porque los alumnos de las  instituciones fusionadas llevaron por 40 años diferentes indumentarias y al conservar una de ellas, podrían surgir malos entendidos. Para evitar esto, las autoridades deberían escoger un diseño y colores neutrales que acompañen al nuevo nombre. Primero que nada, esta tarea se la debería hacer en consenso con representantes de padres, estudiantes y profesores. Y debería ponerse en marcha desde el próximo año lectivo, pues en el actual, todos los alumnos asistimos a nuestras clases con los uniformes actuales, que para el horario matutino es de color verde oscuro y para el vespertino, caqui.