Pese a que los niveles de racismo en el Ecuador no son comparables a los de Estados Unidos, España o Alemania, son un problema latente. Los comentarios sarcásticos y las frases despectivas contra afroamericanos e indígenas son claros ejemplos de racismo, que es el desprecio o rechazo hacia miembros de una etnia o comunidad autóctona. Al igual que frases, dichos y expresiones populares antiguas, lastimosamente los insultos y agravios verbales contra estas personas son parte de la cultura mestiza. Y es precisamente esto último lo más irónico, pues al ser la mayoría de la población mestiza, deberíamos  respetar a los indígenas y europeos de los que descendemos. Ventajosamente, los niveles de xenofobia, que se conceptualizan como el odio, hostilidad y miedo hacia los extranjeros son muy bajos en el territorio ecuatoriano.