Quien visita la parroquia Huambaló, del cantón Pelileo en Tungurahua, reconoce la habilidad, creatividad y tesón de su población.

Pese a estar muy cerca del volcán Tungurahua y ser una localidad directamente afectada por la ceniza  volcánica que cae cada vez que el coloso ‘despierta’, su tradición ebanista sigue siendo la actividad económica más importante, junto a la agricultura.

Esto no ha cambiado desde mediados del siglo XVII, fecha en que la elaboración artesanal de muebles de madera tomó fuerza debido a plagas que afectaron los sembríos de papa, tomate, granadilla, fréjol y demás productos que se cultivaban en el lugar.

Allí se fabrican sofás, camas, sillas, cómodas, clósets, mesas, armarios, veladores, mobiliario de oficina, y otros objetos en maderas como chanul, canelo y laurel.

Los 60 talleres del sector, que a la vez son almacenes y tiendas, son visitados cada semana por más de 100 compradores de Guayaquil, Quito, Portoviejo, Manta, debido a la gran calidad de muebles en venta.  

Pese a que los precios varían por tamaño, número de piezas y complementos, el valor estándar del juego de sala es de $ 900. (I )