En 2 años se presentaron 3 denuncias en la fiscalía
En Pujilí aún hay resistencia a revelar el maltrato doméstico
Pujilí
La primera vez que la agredió físicamente un hombre, Mariana Tigse tenía 5 años. No recuerda el motivo, pero sí que los ataques fueron constantes. El victimario era su padre, regular consumidor de licor.
Mariana se casó a los 16 años, pero su suerte no cambió. Ha transcurrido más de una década y los recuerdos no son gratos para ella.
“Mi esposo tiene mal carácter, si no está lista la comida me pega. A veces por cualquier cosa lo hace”, confesó esta mujer de 27 años, oriunda de la parroquia Zumbahua (Pujilí), pero residente del barrio Loma Grande, al occidente de Latacunga.
Sus 4 hijos de 10, 7, 4 y 2 años le impiden separarse porque su pareja los mantiene con el oficio de albañil. Tampoco quiso denunciarlo.
En la Fiscalía de Asuntos Indígenas en Pujilí, que se creó en 2012, su titular, Jaime Olivo Pallo, dijo que pese a que ocurren incidentes intrafamiliares solo 3 han sido denunciados oficialmente.
El primero de una mujer de la comuna Cumbijín en el cantón Salcedo se resolvió con la colaboración de la familia y de la comunidad. “Dentro de la cosmovisión indígena cuando hay problemas dentro del núcleo familiar, todos participan”, indicó.
Lo mismo ocurrió con las otras denuncias que se relacionaban con féminas de las parroquias Guangaje y Zumbahua (Pujilí). Según Olivo, el nivel académico de las mujeres está en ascenso y por eso un 40% de ellas tiene claro el concepto de que merecen respeto y que ya no están obligadas a soportar maltratos físicos ni psicológicos.
Para la concejala rural de Pujilí, Yolanda Ante, la equidad de género y los derechos de las mujeres se están difundiendo más.
Pese a esta evolución considera que aún hay mucho que trabajar en las comunidades para alentar a las mujeres a presentar las denuncias en la Fiscalía. “Las víctimas todavía lidian con el miedo a las represalias de sus esposos o convivientes. Además, hay temor a ser abandonadas con su numerosa prole”, explicó el funcionario de la Fiscalía.
Con base a estos hechos, Olivo invitó a las mujeres que aún son víctimas de maltrato doméstico a concurrir a la institución para que esta entidad pueda asesorarlas. “No se necesita abogado. Los trámites se realizan de inmediato y sobre todo son gratuitos. No hay excusa para no hacer valer sus derechos”, concluyó.