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Esta parroquia se encuentra a 5 minutos de Ambato

El ritual de crucificar a Jesús se ha practicado por 30 años en Izamba

Días antes de la procesión de Viernes Santo, los personajes se reúnen para conocer el recorrido y ajustar detalles de último momento. Todo está listo.
Días antes de la procesión de Viernes Santo, los personajes se reúnen para conocer el recorrido y ajustar detalles de último momento. Todo está listo.
Foto: Roberto Chávez/El Telégrafo
09 de abril de 2016 - 00:00 - Redacción Regional Centro

La barba poblada, el cabello largo y el 1,80 de estatura lo asemejan mucho a la idea que los creyentes tienen sobre la imagen de Jesucristo. En Semana Santa, Richard Tamayo, de 48 años, asume el papel del Hijo del Hombre con una actitud solemne y contemplativa.

“Lo hago porque es una forma directa de difundir la palabra de Dios a la gente. Es también una expresión de mi fe y tengo el apoyo de mi esposa y mis cuatro hijos. Me gano la vida con el comercio de productos y no, no soy un santo ni es mi intención que crean eso”. De esta forma expone Tamayo los motivos que lo han impulsado a ‘cargar la cruz’, durante ya tres décadas.

De hecho, la Procesión de Viernes Santo de Izamba es una de las más antiguas y multitudinarias de Tungurahua. Según los cálculos de los organizadores, no menos de 5 mil feligreses participan en esta marcha religiosa que empieza a las 19:00 y se prolonga hasta la media noche.

El miércoles 23 de marzo de  2016, a las 09:30, se reunió una parte de los personajes que participan en los ‘cuadros vivos’ del vía crucis. El punto de encuentro fue un salón ubicado a una cuadra de la iglesia San Jacinto en donde se venera a la Virgen de Las Nieves, en la que creen desde hace más de 400 años.

Ese salón se convierte en una suerte de guardarropa de los trajes de soldados romanos, de María Magdalena, de la Virgen María, de los apóstoles, cucuruchos, ladrones bueno y malo, sahumeriantes, santos varones, ángeles (blancos, negros y morados), turbantes, canónicos, almas santas y de la Virgen del Carmen, entre otros. Tamayo utilizó para la práctica una túnica de color  café ceñida a su cintura con un cordón blanco y un manto con tonalidad chocolate.

Cuando este séquito bíblico se dirigía hacia la iglesia, la gente no dejaba de mirar a Tamayo. Su similitud con Jesucristo no pasaba inadvertida. Los conductores de buses, camiones, taxis y camionetas que cruzaban por las calles adoquinadas lo saludaban con movimientos de manos y hacían sonar las bocinas.

En esta parroquia rural, situada a 5 minutos de Ambato, viven más de 20 mil personas distribuidas en unos 50 barrios. Es un territorio agrícola que en la última década ha despuntado también como una zona de expansión urbana.

En su jurisdicción se han construido más de 20 conjuntos residenciales. Ahí también se edifica el Hospital del Día de la Cruz Roja, funciona la Casa de la Divina Misericordia, el hospital de Solca y el aeropuerto de Chachoán.

Fray Josué Villacís, religioso franciscano, es uno de los responsables de organizar la procesión. “Este acto se realiza con imágenes de la pasión que datan de la Colonia. Izamba fue una de las primeras parroquias en implementar esta tradición. La Virgen de los Dolores, el Cristo y San Juan, que constan en el Altar Mayor, fueron de la Escuela Quiteña”.

Esta procesión de Semana Santa es la más grande de las provincias de la Sierra centro. Los personajes son similares a los que desfilan por las calles de Quito.
“La representación no es teatro, más bien es un acto de fe. Para esto se realizan prácticas previas. Todo está debidamente planificado como el recorrido, los personajes, las prendas de vestir, el retiro de imágenes, el arreglo de andas, las liturgias, las meditaciones, el descendimiento, las oraciones, en fin”, expresó Villacís.

En Izamba, el 95% de la población es católico, el resto pertenece a otras denominaciones cristianas.

Moisés Yacha, otro de los coordinadores, explicó que en la organización participan los sacerdotes y presidentes de barrios como Centro, San Isidro, San Francisco de Asís, Quillan Loma, Pisacha, El Calvario, La Guadalupana, etc.

La noche del Viernes Santo, el vía crucis empieza a las 19:00 y se prolonga más allá de la media noche. Jesucristo personificado por Richard Tamayo luego de ser torturado muere en la cruz que se alza en la explanada de la iglesia principal situada en el centro de la parroquia con una multitud penitente. (I)

DATOS

La comunidad franciscana de Santa María de los Rosales, que es la responsable de la organización espiritual de la procesión, cuenta con apoyo de fieles de otras urbes.

El grupo San Vicente de Paúl se formó en Izamba en 1984 con sor Cristina. Así se formaron los primeros catequistas que ayudaron a fortalecer la fe. Sus integrantes participan también de la procesión.

Las 14 estaciones del vía crucis son importantes en este evento religioso de Viernes Santo. Estos sitios son adecuados por los miembros de la agrupación San Vicente de Paúl de la parroquia Izamba.

Martha Ilanio es una de las fundadoras  del grupo San Vicente. “Esto nos ha ayudado a fortalecer nuestra creencia como seres humanos y como hijos de Dios. Nuestro objetivo es reforzar a la familia, pues consideramos que la fe es la que puede mantener unida a esta célula social”.

Richard Tamayo, que interpreta a Jesucristo en la procesión, se dedica al comercio regional. Aquí está junto a su familia en un momento deportivo antes del evento. Foto: Roberto Chávez / El Telégrafo

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