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Vendedores ambulantes no podrán vender en el Centro Histórico; empezaron decomisos municipales

Policías metropolitanos retiraron la mercancía de los vendedores. Foto: Fernando Sandoval/ EL TELÉGRAFO.
Policías metropolitanos retiraron la mercancía de los vendedores. Foto: Fernando Sandoval/ EL TELÉGRAFO.
03 de marzo de 2015 - 13:44

Vendedores ambulantes rechazaron los controles que realizaron hoy funcionarios del Municipio en la zona Manuela Sáenz del Centro Histórico de Quito. Desde esta mañana, los operativos se intensificaron por disposición del alcalde Mauricio Rodas.

María Tixi vende frutas. En menos de un minuto perdió un capital de $ 50 que invirtió en sus productos, pues policías metropolitanos le retiraron la canasta en la que los llevaba. Entre sollozos, la vendedora dijo que con su actividad paga la alimentación de sus hijos, así como los gastos del día a día. “No nos pueden prohibir el trabajo, nosotros salimos a las calles porque no tenemos dónde vender”.

Hasta el mediodía de hoy se realizaron 19 retiros de productos, según Juan Zapata, secretario de Seguridad. La disposición de la autoridad municipal es que los controles se realicen todos los días hasta la noche para que así poco a poco los informales dejen de salir a la calle.

Mónica Tenem, presidenta de la Federación de Comerciantes Minoristas de Pichincha (Fedecomip), afirmó que el Municipio debe buscar alternativas para todos los comerciantes y no apelar al decomiso como castigo. Proponen como opción la reubicación de los vendedores. Tenem sostuvo que en el Centro Histórico existen cerca de 900 comerciantes informales y una parte de ellos ya fueron regularizados, aunque no especificó el número.

Las brigadas de control se dividieron en 3. Una de ellas recorrió el sector del playón de La Marín. Para sorpresa de los policías metropolitanos la avenida Pichincha lució despejada, aunque poco a poco aparecían esporádicamente los vendedores de cordones, audífonos y de lotería, cuyos productos fueron decomisados.

Otro grupo de uniformados, en cambio, recorrió la calle Bolívar y la zona de la plaza San Francisco. Aquí se encontraron con personas que comercializaban frutas. Rosa Salazar desconocía la ordenanza que prohíbe las ventas en el Centro Histórico y grande fue la sorpresa cuando un grupo de policías municipales se le acercó y retiró su canasto. "Este es mi negocio, vender fruta es la alternativa que me queda para no morirme de hambre", sostuvo la mujer con lágrimas en los ojos.

Jofre Echeverría, administrador de la zona Manuela Sáenz, afirmó que "las ventas en el Centro se desbordaron". Por ello, señaló que todos los comerciantes que fueron regularizados serán reubicados en centros comerciales del ahorro, mercados y lugares destinados al expendio de producto.

Gabriela Larreátegui, supervisora de la Agencia de Control municipal, destacó que la ventas ambulantes están prohibidas en el Centro Histórico y por ello se realizarán controles todos los días hasta las 20:00 en varios puntos del centro.

Los comerciantes que fueron encontrados vendiendo sus productos en la calle en días pasados ya fueron advertidos de su irregularidad y por tal motivo en esta ocasión ya se procedió al decomiso de la mercancía.

Carmen Jaramillo, comisaria metropolitana, sostuvo que la mercadería incautada se lleva a la Comisaría de Aseo, Salud y Ambiente. Aquí se hace un proceso administrativo para que los vendedores cancelen una multa que va desde los $100  (primera vez) hasta los $177 (sí es reincidente).

Tixi señaló que tras los decomisos para ellos es mejor dejar perder la mercadería, pues pagar la multa representaría el doble de lo invertido. 

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