Eran las 20:00, un cuadro de la Virgen de la Dolorosa colgaba en una pared en el comedor del colegio San Gabriel y  35 estudiantes comían en el lugar, cuando uno de ellos, de repente, vio que la virgen del cuadro parpadeaba.

Asustado, lo contó a los demás estudiantes, quienes vieron lo mismo. Este es el milagro que se le atribuye y que el viernes pasado cumplió 106 años, como hecho religioso.

La disposición de los Jesuitas es que la capilla de la Dolorosa, ubicada atrás de la Iglesia de la Compañía, extienda su horario de atención, en el marco de los 106 años del milagro, de manera permanente desde las 09:30 hasta las 18:30.

A las 18:00 del pasado viernes se realizó una misa para  celebrar la novena en honor al milagro de la Virgen de la Dolorosa, que se realiza desde 1907; un año después del milagro en el colegio San Gabriel.

Entre las personas que llegaron a la capilla para agradecer a la virgen por un milagro, estaba Emma Toapanta, de 62 años, quien con rezos y de rodillas daba las gracias por la vida de su hija.

Contó que la chica fue arrollada por un bus en el sector la Napo, al sur de la capital. La llanta delantera pasó encima de la joven y segundos después la trasera, pero ella quedó consciente y solo rezaba a la Virgen para que la protegiera. Tirada en el piso, todavía conservaba fuerzas para sostener su cartera, que gente inescrupulosa le quería robar.

Emma, con lágrimas en los ojos, recuerda el hecho sucedido hace 7 años. Agradece que su hija viva, ahora está en una silla de ruedas, pues quedó con un daño en su cadera que le impide levantarse por mucho tiempo. La muchacha  tuvo varios años de fisioterapias para poder sentarse en la silla, contó su madre.

Por otro lado, los fieles y turistas pueden observar en la capilla renovada, la imagen a la que se le adjudica el milagro -es una oleografía- con el busto de “Nuestra Señora de los Dolores”, la cual muestra a la Virgen María con el corazón  traspasado por siete puñales. En su mano izquierda lleva los tres clavos de la cruz y en la derecha sostiene la corona de espinas. La acompaña una foto de los estudiantes que presenciaron el milagro hace 106 años.

Esa noche del 20 de abril de 1906, una vez que observaron  el parpadeo de la Virgen de la Dolorosa, empezó a correr  el rumor del extraño hecho, y el monseñor Ulpiano López Quiñónez, ordenó que se cubriera la imagen hasta realizar las averiguaciones respectivas. Es así que el 31 de mayo se ratificó la autenticidad del milagro.