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El deterioro opaca a casas patrimoniales

El deterioro opaca a casas patrimoniales
14 de agosto de 2013 - 00:00

La Floresta es uno de los barrios tradicionales de la ciudad y sus calles encierran un aire bohemio, pues allí se concentran bares, centros de arte y cines. Es un barrio tranquilo que se levanta entre casas modernas y antiguas, muchas de ellas están consideradas como patrimoniales.

Precisamente, en la intersección de las avenidas Vizcaya y Valladolid se levanta quizá la vivienda más antigua del barrio perteneciente a la familia Guerrero - Zárate. La villa se encuentra totalmente destruida por el tiempo, sus jardines son matorrales de hierba, el techo está por caerse, las ventanas y las puertas están rotas. Aunque a simple vista parece  inhabitable, su dueña todavía vive en el lugar.

María Haydee Guerrero tiene 90 años y vive en aquella casa desde hace 78 años. Cuenta que su padre la construyó para su familia antes de 1920. Actualmente vive sola y su única compañía es una perrita de raza labrador que ha perdido la vista.

Su cabello blanco da cuenta de sus años. Viste una falda y una camisa azul, prendas que superan su   delgada figura. Todas las mañanas se sienta en las gradas de la casa junto con su mascota y recuerda que en épocas anteriores su palacete era considerado como el más bonito del barrio.

El monto otorgado por el IMP para la rehabilitación de casas es de 15 mil dólaresDoña María cuenta que hace poco más de un año el Municipio visitó su casa, pero hasta el momento no recibe una respuesta sobre la rehabilitación de la misma. “Es mi sueño lograr reconstruir esta casa antes de morirme, aquí crecí y los recuerdos más bonitos se encuentran en este lugar”, comentó.

La casa se encuentra en un litigio de herederos. Su propietaria comentó que necesita del apoyo del Municipio para rehabilitar la vivienda.

Una cuadra más arriba vive doña Inés Simbaña, moradora del sector desde hace 84 años. Cuenta que la casa de la familia Guerrero fue, años atrás, uno de los lugares más portentosos del barrio, pero desde hace 30 años, poco a poco, la vivienda fue deteriorándose.

De la misma manera, en la unión de las calles Gran Colombia y Tarqui, en el centro norte de la ciudad, se encuentra en mal estado otra vivienda patrimonial, cuya construcción data de los inicios del siglo XX. Su propietario es Gustavo Altamirano, quien es médico de profesión.

Altamirano comentó que cuando compró el inmueble no estaba considerado como patrimonio, por ello su proyecto inicial era demoler la vieja estructura para construir un edificio moderno, pero respetando la fachada antigua de la casa. “Como es un bien patrimonial, la vivienda no puede ser destruida. Estuve realizando los trámites para que el Instituto de Patrimonio me ayude con la reconstrucción, pero no logré ningún resultado, ahora pretendo vender el predio al Cabildo y espero que dentro de un mes se concrete la venta”, afirmó el médico.

Inmueble ubicado en las calles Gran Colombia y Tarqui.

Eduardo Vergara alquila uno de los locales de la antigua casa desde hace 40 años y comentó que el Municipio, hace un año, puso una cubierta sobre la casa, pues la lluvia estaba deshaciendo el techo y la parte superior de la vivienda.

Vergara cuenta que en la residencia funcionaban más locales comerciales y en la parte superior de la misma había una fábrica de uniformes deportivos.

Otra vivienda que será intervenida se encuentra en la avenida Valparaíso y Antonio Elizalde, propiedad del abogado Gandi Vela. Según los habitantes de la casa, esta ya fue considerada como patrimonio y esperan que en los próximos meses empiecen los trabajos de reconstrucción.

El Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) reinició la recuperación de 21 casas patrimoniales en todo el Distrito, a través de la  suscripción de un convenio con  los dueños de las viviendas. De ahí que el organismo otorgue un monto de 15 mil dólares para su reconstrucción. Gustavo Altamirano, por ejemplo, no tenía conocimiento de este aporte del Cabildo, por ello decidió vender su casa.

Jesús Loor, arquitecto del IMP, comentó que los dueños de las casas patrimoniales deben aportar con el resto del moto de la reconstrucción. Señala que en algunos casos el monto otorgado por el instituto no es suficiente para la remodelación de las viviendas, puesto que sus dueños no tienen una cantidad igual o superior para efectuar los trabajos de rehabilitación. “Los costos de un inmueble son muy representativos, pues el grado de inversión está supeditado a las condiciones del inmueble, es decir, la superficie que se intervendrá, el estado de conservación, las cubiertas deterioradas, entre otras. Otro factor es el material que se utiliza en la reconstrucción, por ejemplo, la cerámica, la madera, etc.”.

Dentro del programa del IMP se encuentran dos proyectos de rehabilitación que son: Quinta Fachada y Recuperación de la Imagen Urbana.

DATOS

Los convenios permitirán la recuperación de 14 cubiertas mediante el programa Quinta Fachada y la recuperación de 13 frentes a través del plan de Recuperación de Imagen Urbana.

Los programas de inversión facultan al Instituto Metropolitano de Patrimonio amparado en las Ordenanzas Nos. 260 y 0094, entregar inversiones municipales de carácter no reembolsable y reembolsable para la ejecución de proyectos compatibles en un mismo inmueble.

La inversión municipal para la ejecución de las obras, es de 50% en calidad de inversión no reembolsable.

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