Aún exhaustos por las primeras horas de labores, decenas de voceadores y sus familias se dieron cita ayer en Quito para recibir atención médica preventiva gracias a la iniciativa de EL TELÉGRAFO, apoyada por el Ministerio de Salud (MSP).

Dos fueron los puntos designados para recibir a los trabajadores. El primero en la Cruz del Papa, sector La Carolina. Ahí se armaron dos carpas blancas con el distintivo del MSP y con el personal necesario, alrededor de 7 profesionales, entre médicos y enfermeras, para atender de forma rápida a las personas que desde las 08:30 se dieron cita.

En este sitio la atención giró en torno al control de la glucosa y del índice de masa corporal. También se dieron charlas sobre nutrición.

“De acuerdo al perfil epidemiológico que tiene el país se han determinado que las enfermedades que se incrementan son la diabetes y la hipertensión, que a su vez son derivadas de una mala nutrición generada por el aumento del colesterol y los triglicéridos”, indicó la doctora Gloria Cóndor, coordinadora del distrito norte de Salud de la ciudad.

El chequeo inició con un pequeño pinchazo para conocer de inmediato el nivel de azúcar. Después el paciente fue medido y pesado por enfermeras y posteriormente con esa información pasó hacia el control del médico especialista o del pediatra, en caso de los niños. “Si la persona tiene elevada la glucosa o es diagnosticada con alguna patología, es derivada al centro de salud que está más cerca a su domicilio para continuar la atención”, acotó la coordinadora.

Jacqueline Paredes, de 22 años, hija de un voceador, llegó al punto de atención y se sorprendió por la calidez y sobre todo, por la rapidez con la que fue atendida. “Pensé que iba a demorarse más pero me desocupé rápido. Creo que este tipo de servicio debería ser más continuo porque nosotros, por la actividad de nuestros progenitores, no tenemos tiempo para ir a los centros de salud y pasar varias horas esperando conseguir la cita médica”, comentó Jacqueline.

Los infantes menores de 5 años que fueron atendidos recibieron además la dosis correspondiente de vitamina A, acorde a la edad, según el esquema del MSP y para evitar la desnutrición.

En las charlas sobre nutrición se enfatizó en el consumo de todo tipo de alimentos, pero en dosis adecuadas, sin exagerar en ninguno. “Nosotros por lo general estamos acostumbrados a comer papas y arroz en un mismo plato, sin darnos cuenta de que son carbohidratos ambos y por eso se eleva nuestro peso”, indicó Tereza Mesa, voceadora de 42, a quien le entregaron medicinas para la parasitosis.

Atención en Cotocollao

El segundo lugar de atención para los voceadores fue el centro de Salud Cotocollao, donde gracias a la infraestructura los ciudadanos tuvieron más comodidad, incluso descansaron mientras esperaron que llegara el especialista.

El segundo piso fue habilitado para recibir a los ‘canillitas’, quienes a diario están en las calles de madrugada para comercializar los periódicos.

Ese es el caso de Antonia Pallo, quien para poder acudir a la atención médica ayer solo pidió 100 periódicos. “No quería perderme la oportunidad de venir a chequearme, aunque no he tenido mayor problema siempre es mejor prevenir”, comentó la mujer, quien acudió con su hija y sobrino.

En el centro se habilitaron cinco consultorios para atender de forma exclusiva a los voceadores de EL TELÉGRAFO y sus familias. Tres personas se encargaron de tomar los signos vitales y de llenar las fichas médicas para luego direccionarlas a los consultorios respectivos.

Aquí, además recibieron, según la enfermedad, medicinas y también atención odontológica. “Creo que este tipo de iniciativas deben repetirse por lo menos cada 6 meses, porque la salud es lo más importante y a veces nos descuidamos por lo ajetreado que es nuestra labor”, manifestó Rosa Toapanta, de 52 años.