La Policía continúa patrullando la zona del campamento La Esperanza, en la parroquia Panantza, del cantón San Juan Bosco, en la provincia de Morona Santiago, donde el 14 de diciembre pasado se produjo la muerte de un agente y otros 7 uniformados resultaron heridos de gravedad.

La patrulla sufrió un ataque armado por parte de un grupo de indígenas cuando acudía a controlar desmanes en la propiedad de una compañía minera extranjera.

El director de operaciones de la Policía, Ramiro Mantilla, dijo ayer que el personal controla la zona donde, hasta el momento, no se han registrado más incidentes. Recalcó que siguen la pista de quien disparó y mató al policía. “Tenemos nombres de los posibles cómplices, pero se  han escondido en la selva donde no ingresaremos por precaución a esos territorios”.

El presidente Rafael Correa escribió en su cuenta de Twitter que no habrá diálogo, como han pedido dirigentes de la Conaie, hasta que se encuentre al culpable. “Hoy veo que los mayores promotores de la violencia en Morona sacan remitidos llamando al diálogo. ¡Qué lástima!, primero disparan y después dialogan. Ojalá todo el país se una para rechazar la violencia. Me imagino qué Navidad habrá pasado la familia de nuestro policía asesinado...”. (I)