El sacerdote anglicano Hernán Astudillo es asambleísta alterno de la legisladora Ximena Peña (PAIS)  por la circunscripción Estados Unidos y Canadá. La semana pasada llegó al país para ocupar este cargo. Ha promovido la defensa de los derechos de los indígenas y vive en Canadá donde realiza actividades en apoyo a los migrantes de América Latina.

Estudió Filosofía, Teología y Antropología y ha dirigido la Caravana de la Esperanza y el Centro Comunitario Latinoamericano San Lorenzo, de donde proviene la Radio Voces Latinas. Él pertenece a la Comisión de Soberanía de la Asamblea, que analiza el proyecto de Ley de Movilidad Humana.

Los medios informan casos de migrantes ecuatorianos que fallecen o sufren accidentes en su intento de llegar a EE.UU. ¿Cree que la prensa contribuye a fomentar una cultura de prevención con sus publicaciones?

Si los medios hablaran o se pudiera leer la realidad completa del dolor de un pueblo, sí podrían aportar.

Pero en Ecuador, ¿se hace un buen trabajo para concienciar a la gente sobre los peligros de viajar a EE.UU. sin garantías?

No todos. Creo que un medio de comunicación no se puede prestar solo para mostrar una campaña mágica de farándula. En Canadá estamos bajo una regulación que se llama Comisión Canadiense de Radio y Televisión.

¿Qué hace ese organismo? ¿Hay sanciones?

Las regulaciones son tan firmes que, por ejemplo, un medio que hable mal de la mujer o exprese racismo u odio contra una autoridad es suspendido, pierde su licencia. Cito lo que le pasó a una radio en Montreal, allí se decidió hacer juegos con doble sentido. Es decir, mostrar cuáles son las mujeres más bonitas, las morenas o las latinas. Ese detalle fue suficiente para perder la licencia.

¿Hace cuánto tiempo ocurrió eso?

Hace unos 7 años. Le doy otro  caso: un candidato al Partido Liberal tiene un defecto en la mandíbula, una parálisis o algo así. Los conservadores hicieron mofa de esa situación. Para no perder la licencia, los medios (que reprodujeron las burlas contra ese político) hicieron una campaña de disculpas a nivel nacional. Le cuento como experiencia personal: cuando comenzamos a hacer periodismo alternativo, los medios masivos en la comunidad hispana me comenzaron a atacar…

¿Cuál fue la causa?

Porque comenzamos a hablar sobre los programas de migración. Por eso creo que los temas de esta clase son muy importantes.

¿Qué les hace falta a los medios para mejorar en la difusión de temas sobre migración?

Se debe profundizar, crear debates o contar experiencias. Se puede hacer mucho a través de la prensa para dar información real y prevenir. Por ejemplo, me dolió llegar al sitio en donde falleció Noemí (la niña migrante ecuatoriana que se suicidó en México este año). Estuve en el baño donde ella murió, hice la reflexión y oficié una misa. Tenía como 20 policías armados que me venían a sacar y les dije vengan, los invito a la misa. El único daño que hago es rezar por esta criatura.

¿Qué les falta a los medios para informar objetivamente sobre temas de migración?

La investigación es una de las herramientas principales. Escuchar las dos caras: la positiva y la negativa. Buscar los elementos y argumentos para producir un artículo o una entrevista en radio o en TV. Por mi experiencia, creo que la prensa, para ofrecer información enriquecedora, debe hacer mucha investigación.

¿Cuál es la falencia más frecuente?

Cuando han transmitido la experiencia del migrante. Por ejemplo, del caso Noemí.

Pero la prensa en Ecuador sí informó sobre este hecho…

Se escribe un artículo y detalles como la fecha y el lugar de los hechos, pero cuánto profundizan en el análisis de esa experiencia para concienciar a la población y prevenirle sobre los peligros de la  migración irregular y sin acusar. La idea es fomentar sentimientos informativos en la comunidad.

¿Se refiere a dar más relevancia sobre los riesgos?

Es una responsabilidad ética, moral y humana. Como periodista, se dará cuenta que a veces llega un momento coyuntural más fuerte y se desplaza el tema de la migración que es importante. No podemos olvidarnos. La realidad del emigrante hay que mantenerla hasta última instancia. (I)