Desde el último Informe a la Nación efectuado en mayo 2015, el Gobierno Nacional ha avanzado en la concreción de los proyectos definidos como ‘estratégicos’ según el Plan Nacional del Buen Vivir (PNBV), principalmente de aquellos  relacionados con el aprovechamiento de recursos naturales y con el cambio en la matriz energética.

Gracias a una inversión pública de $ 5.621 millones efectuada en 2015, el monto de la inversión acumulada en el sector estratégico llegó a ubicarse en $ 36.015 millones durante el período 2007 a 2015.

Según el último informe de rendición de cuentas del Ministerio Coordinador de Sectores Estratégicos, esa inversión acumulada habría permitido que los sectores estratégicos produzcan bienes y servicios por el equivalente al 16% del Producto Interno Bruto (PIB) existente a fines de 2015, es decir, por unos $ 16.000 millones a precios corrientes.

De este valor, el 11% habría sido aportado por el sector petrolero, el 2% por correos y comunicaciones, el 2% por actividades mineras y el 1% por suministro de electricidad y agua.

En el sector energético, en el último año, se invirtieron $ 1.500 millones en ocho megaproyectos hidroeléctricos: Manduriacu con 65 MW (Imbabura y Pichincha),  Toachi Pilatón con 254 MW (Santo Domingo y Pichincha), Coca Codo Sinclair con 1.500 MW (Napo y Orellana), Quijos con 50 MW (Napo), Mazar Dudas con 21 MW (Cañar), Sopladora con 487 MW (Azuay), Minas San Francisco con 270 MW (Azuay y El Oro) y Delsitanisagua con 180 MW (Zamora Chinchipe).

A su vez, como resultado de la intervención pública en el sector energético, la capacidad de generación eléctrica del país aumentó en los últimos nueve años en 50% pasando de 4.070 MW a principios de 2007 a 6.010 MW a fines de 2015.

Gracias a lo anterior, Ecuador pudo exportar energía hacia Colombia por montos que podrían llegar a los $ 200 millones a fines de 2016.

También, para 2017, cuando todos los megaproyectos hidroeléctricos estén en plena operación, se espera que la capacidad de generación energética del país llegue a 8.678 MW por año.

Las inversiones públicas realizadas permitirán entonces que el 90% de la generación eléctrica ecuatoriana provenga de fuentes renovables, generándose así un ahorro superior a los $. 1.000 millones anuales por importación de combustibles fósiles contaminantes.

En lo relativo a la atención a la demanda energética de las empresas y los hogares, desde 2007 a 2015, la cobertura eléctrica alcanzó al 97% del territorio ecuatoriano, beneficiando a 900 mil familias que pudieron acceder al servicio por primera vez. Esto sucedió mediante una reducción de la tasa de pérdidas de energía que facilitó a su vez un ahorro acumulado de    $ 1.200 millones durante ese período.

Por otra parte, en el último año, el Gobierno Nacional prosiguió con la implementación de proyectos para incrementar la eficiencia energética.

Según los datos disponibles hasta fines de 2015, unas 300 mil familias cambiaron sus cocinas tradicionales por cocinas de inducción; 83 mil refrigeradoras energéticamente ineficientes fueron reemplazadas por mejores modelos; y 15 millones de focos incandescentes fueron sustituidos por dispositivos ahorradores.

Estas acciones le permitieron al país un ahorro acumulado de $ 600 millones, un monto equivalente al valor de la construcción de una nueva central hidroeléctrica de 300 MW. (I)