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El Telégrafo
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Jóvenes buscan ‘Sumak Kawsay’ para sus países

Jóvenes buscan ‘Sumak Kawsay’ para sus países
14 de diciembre de 2013 - 00:00

Al igual que el domingo pasado, ayer el XVIII Festival Mundial de la Juventud y Estudiantes (FMJE) concluyó como una fiesta, en Quito. Música y baile sellaron el compromiso de más de 8.000 jóvenes de 83 países, que se comprometieron a seguir flameando la bandera revolucionaria en sus naciones. “Vientos revolucionarios nacen de América del Sur y se esparcen por el mundo”, dijo Matías Agrete, del Movimiento Evita (Argentina).

Los jóvenes creen que el Festival fue un encuentro de intercambio cultural y político.

Ese criterio compartió Cheija Addolahe, del Sahara Occidental, quien con un español perfecto contó que este encuentro fue la oportunidad para que los jóvenes exijan cambios a los regímenes y trabajen por procesos socialistas que favorezcan a todos y no a unos cuántos.

 Cheija le gustó compartir en el encuentro con jóvenes de todas partes del mundo, dijo, mientras movía las caderas al son de la música de su país y escondía su rostro en un turbante color fucsia. Estuvo feliz, al igual que Davd Mohamed Salama, quien por primera vez llegó al Ecuador, al que calificó como “una nación organizada políticamente y rica en cultura y tradiciones”.

a música de Sahara Occidental atrapó a los jóvenes de todas las delegaciones, quienes se pusieron a bailar en el parque Bicentenario. Allí estuvo Amanda García, de Colombia, para quien lo más importante es la integración, la unidad de los países: “Aquí todos nos juntamos, podemos discrepar, pero nos respetamos”.

En el último día de encuentro, Ecuador exhibió al mundo su política del Buen Vivir. La secretaria de Gestión de la Política, Betty Tola, participó en el encuentro “Socialismo del Buen Vivir: Alternativa al capitalismo” y dijo que para “cambiar el mundo, los países deben pensar y repensar el socialismo porque las desigualdades demandan construir un mundo de igualdad y democracia de los recursos”.

Tola manifestó que las políticas neoliberales desencadenaron en mecanismos de imposición, cuyos resultados fueron más ecuatorianos pobres. Por ello, enfatizó que la propuesta de Revolución Ciudadana arrancó con la Asamblea Constituyente, que planteó un pacto de convivencia. Explicó que antes los legisladores recibían dádivas y proponían discursos demagógicos, “ahora la Revolución Ciudadana plantea la participación en la toma de decisiones”.

Detalló que la recuperación del Estado, en el marco de un régimen democrático, solo se logra con el poder ciudadano en la toma de decisiones, que incluye a todos.

Alfredo Rada, de Bolivia, enfatizó que las asambleas constituyentes en los países latinoamericanos fueron fundamentales para lograr el pacto de convivencia social. Para él, la integración regional es una vía para consolidar la recuperación de los Estados soberanos.

El legislador ecuatoriano Virgilio Hernández también apuesta por el poder popular. “Si los procesos se caen es porque no se solventan en el poder del pueblo”, dijo.

Hernández participó en el simposio “Revolución Ciudadana: Poder Popular, Estado Plurinacional y Sociedad Intercultural”, y enfatizó que el poder económico y financiero es, actualmente, instrumento de poder del sistema económico.

También se refirió a los medios de comunicación como un factor de poder. Señaló que el régimen del Buen Vivir ecuatoriano plantea construir un bloque del postneoliberalismo, que parte desde la nueva regulación y redistribución del Estado y la democracia como un cimiento fundamental.

Freddy Ehlers, secretario de la Iniciativa Presidencial para la Construcción de la Sociedad del Buen Vivir, detalló que lo importante en estos encuentros es que los jóvenes del mundo “se conozcan, que conversen; la revolución se hace mano a mano, voz a voz y estos son grandes encuentros para que los jóvenes realicen nexos”.

Señaló que el respeto que tiene Ecuador “es un buen síntoma de lo que está pasando aquí; todos los jóvenes ven con admiración el proceso de cambio. Las ideas de la Revolución Ciudadana, del Buen Vivir, se están comenzando a reproducir en el mundo entero, recogemos lo mejor de otros países y ellos recogen lo mejor de nosotros”.

Para Ehlers, “el Buen Vivir es el mundo del futuro; más adelante se va a reconocer que el ‘Sumak Kawsay’ nació en Ecuador y Bolivia”.

Según Emiliano Aguirre, de la Juventud Comunista de Argentina, el encuentro le permitió conocer a compañeros de distintas latitudes del planeta que pelean en sus países por una causa común. “Es un impacto cultural fuerte caminar y conversar con un vietnamita, darte la vuelta y encontrar a alguien de Guyana y conversar sobre la situación política de nuestros países”, dijo.

Para Ciro Brresia, de Italia, el Buen Vivir (Sumak Kawsay) de Ecuador puede ser una sugerencia para todos los pueblos del mundo. Cree que es importante entender que el ser humano tiene que prevalecer al respecto del capital y del trabajo de deliberación. El participante italiano resaltó que el discurso de la integración de los pueblos es fuerte y que plantea una nueva forma de actuar.

Cerca del mediodía, los jóvenes armaron maletas y salieron de las carpas en donde estuvieron 7 días. Algunos presurosos, como Elías Arteaga, de Argentina, regresaron a sus países cobijados por la bandera del Ecuador. “Retornamos con la convicción de que no estamos solos en la lucha”, concluyó.

SE FIRMÓ UN ACTA DE APOYO PARA ECUADOR

Las delegaciones participantes en el Mundial de la Juventud presentaron sus muestras de solidaridad y apoyo al Ecuador por la campaña de desprestigio que la multinacional Chevron emprendió.

Camila Santana, de Argentina, manifestó que en su país seguirán de cerca el proceso, pues “no están solos, hermanos, sabemos el problema y lo denunciaremos en el mundo”.

El jueves pasado, los jóvenes llevaron el caso al Tribunal Antiimperialista, en donde se firmó un acta de apoyo. Las delegaciones exigieron a la transnacional la remediación ambiental, el pago de indemnizaciones a los afectados y condenaron el juicio planteado en contra de estos.

Lucía Estriotto, de Uruguay, indicó que cuando lleguen a su país realizarán plantones con el eslogan “La mano sucia de Chevron”, que a su criterio no puede quedar en la impunidad: “Ahora fueron ustedes, mañana podemos ser nosotros”.

Los participantes apuestan por  el Buen Vivir ecuatoriano como un mecanismo de equidad mundial.Juan Pizarro, de la Juventud Comunista Española, enfatizó que crearán una red de apoyo al Ecuador en ese país. “Se mató a la gente, se contaminó el agua y se daño el medioambiente, quien piense que solo fue una farsa debe venir a Ecuador y constatar el daño de la petrolera”, destacó.

El líder juvenil manifestó que más allá de los discursos, los países deben asumir con responsabilidad la nacionalización de sus recursos e impedir la injerencia de terceros.

Para Shaid Amjad, de Grecia, la naturaleza es el único legado que queda para el pueblo.

EL FESTIVAL FUE UNA VITRINA CULTURAL

Durante los seis días que duró el evento, los jóvenes participantes exhibieron su cultura y tradiciones. En el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes (FMJE) se habilitaron más de 20 carpas en donde las delegaciones participantes compartieron su música, literatura y artesanías como las muñecas de jade, de Corea del Norte.

Esta delegación exhibió libros como “I´m a Koream”, en donde hablan sobre la guerra que enfrentó a ese país con EE.UU.

Kim Kim Hong, de la Juventud Socialista de Corea, manifestó que ningún país tiene desarrollo sin progreso institucional.

Uno de los stands más visitados fue el de Venezuela, en donde los participantes se llevaron recuerdos como pósters, camisetas y libros que retratan la vida del fallecido presidente Hugo Chávez.

Para Meiber Rodríguez, de Venezuela, el FMJE permitió a la juventud formarse y conocer los procesos revolucionarios que se realizan en todos los países del mundo, para plantear propuestas. Destacó que el Buen Vivir ecuatoriano es importante y resaltó la participación social como mecanismo de cambio.

En la carpa de EE.UU. se vendieron libros como “¿Es posible el socialismo en los EE.UU”?, así como camisetas que denunciaron los procesos de incursión del país norteamericano en Latinoamérica.

David Grove, ciudadano de ese país, señaló que Estados Unidos debería ser la principal nación en cambiar su concepción globalizadora y asentar los pies sobre la tierra.

“Si EE.UU. quiere progresar, tiene que hacerlo bajo una visión integradora y no utilitaria. De a poco los estadounidenses despiertan del letargo gracias a encuentros como el ecuatoriano”, dijo. Denunció que en el país del norte varias agrupaciones sufren persecución política, pero que ciudadanos como Edward Snowden o Julian Assange, de la Fundación WikiLeaks, “quitan de a poco la venda de los ojos. En EE.UU. el espionaje ya no es oculto, ahora sabemos que existe”, destacó.

Mai Khalefa, Rita Hardam, Raghad Sirga y Marousk Khalouf, en la carpa de Siria, denunciaron al mundo las agresiones de las que son víctimas por potencias como EE.UU. Pidieron reivindicación para sus pueblos, que paren las guerras y la agresión contra quienes piensan diferente.

La figura de Ernesto “Che” Guevara, líder de la revolución cubana, fue una de las más reproducidas en camisetas, prendedores y banderas que usaron los jóvenes durante su estadía.

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