Ser vistos como una comunidad hostil y agresiva es el estigma del que se quieren librar los integrantes de la nacionalidad Shuar. Contrario, consideran que es la única vía para conseguir obras y beneficios para sus comunidades.

Así lo declaró Rafael Washita, presidente de la Nación Shuar del Ecuador (Nashe): “Nosotros no podemos seguir pensando que con paros, con huelgas vamos a cambiar, vamos a mejorar; la única manera de conseguir el desarrollo de nuestra gente es dialogando”, dijo una publicación de la Secretaría de Gestión de la Política.

El representante de la Nashe recibió a Rosa Mireya Cárdenas, representante de la Secretaría. Esta fue la primera visita que funcionarios de Gobierno realizan a territorio Shuar.

En esta ocasión visitaron Cuchaenza, territorio que queda a mitad de la vía Macuma-Taisha, cuya construcción y licencia causó enfrentamientos entre los habitantes amazónicos y las autoridades en agosto pasado.

En este encuentro el pueblo Shuar entregó un borrador de acuerdo para que la entidad de Gobierno lo revise y realice aportes para luego firmar un convenio marco que fortalezca el diálogo entre el Gobierno y las bases de la Nación Shuar.

Entre los objetivos específicos está recoger las demandas y propuestas de las bases en territorio en los diferentes niveles de gobierno, en sus 11 asociaciones y 82 comunidades, con una población que supera los 25 mil habitantes. Cárdenas enfatizó que uno de los requerimientos es la construcción de una unidad educativa intercultural en Cuchaenza para precautelar la lengua nativa que se está perdiendo. “El idioma se está olvidando, son pocos los que hablan shuar”, afirmó.

Otra de las necesidades inmediatas es un centro de salud, incluso para la atención ginecológica. A esto se suma la licencia para la construcción de la vía Macuma- Taisha, pues según lo corroboró Cárdenas, es muy difícil que un vehículo llegue a la comunidad Cuchaenza.

La Secretaría motivó para que se cree una veeduría tanto a la Prefectura de Morona Santiago como al Ministerio del Ambiente para que se entregue la licencia a la brevedad posible y se concluya. “Ellos están pidiendo el cumplimiento de las políticas públicas en su territorio y el trabajo se lo puede hacer pero hay que trabajar en conjunto”, resaltó Cárdenas.

Walter Uyungara, de la nacionalidad Shuar y quien en la actualidad es coordinador general de Pueblos y Nacionalidades Indígenas, Afrodescendientes y Montubios del Consejo de Participación Ciudadana afirmó que con el representante de Talento Humano se abordarán temas que beneficien a la comunidad. Así como también hay conversaciones con representantes del Servicio de Contratación Pública para crear los catálogos inclusivos.

En la Amazonía las comunidades carecen de servicios básicos, por ejemplo no tienen acceso a telefonía, menos a Internet, por lo que están incomunicados.

Uyungara detalló que hay muchos temas en los que la comunidad puede trabajar con el pueblo shuar, por ejemplo la energía eólica, producción agrícola, entre otras.

“Se han previsto 2 talleres, uno en noviembre y otro en diciembre, para profundizar los diálogos en territorio”, afirmó Uyungara. También enfatizó que se debe tener mucho cuidado con los comentarios que realizan en torno a la seguridad en las reuniones. “Comentaron que las obligaciones no estaban dadas y eso no fue así. El Gobernador también participó en el evento y por primera vez estaba en ese territorio shuar.

Felipe Tsenkush, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae) también participó del evento y dijo que su organización es apolítica y que busca el bienestar de su gente. Para lograrlo tenderá caminos con el Ejecutivo en los que primará el diálogo. “Nos sentaremos a la mesa a conversar y tengan ustedes la seguridad, compañeros, que del diálogo solo pueden surgir cosas positivas para nosotros”.

Asimismo criticó al prefecto Marcelino Chumpi. “Cómo es posible que un prefecto, que sale de nuestro pueblo, no tenga la voluntad política de trabajar por su gente y eso se ve reflejado, por ejemplo, en la carretera que nos ha traído hasta Cuchaentza”. (I)