El apego al agro y la defensa del agricultor fueron las luchas que dio Nelson Serrano (1933), durante 82 años de vida. Falleció este martes 29, a causa de un cáncer de próstata que le aquejó por más de 2 años. El sábado ingresó en coma y la última voluntad, según recuerdan sus allegados, fue pedir a sus 7 hijos que sigan con su sueño de crear una fábrica de chocolate en Puerto Quito.

En esta localidad, ubicada al noroccidente de Quito, Serrano, junto con su esposa, Marcela Costales, viceprefecta de Pichincha, logró adquirir las haciendas La Cumandá y El Negrito, en donde se dedicó al cultivo de cacao. 

Durante 36 años estuvo casado con Costales, y quienes estuvieron más unidos a la familia como la asambleístas María Augusta Calle y la concejala María Luisa Maldonado recuerdan el infinito amor que siempre se tuvo la  pareja.

Serrano, oriundo de Sígsig (Azuay) fue abogado de profesión y experto en derecho agrario y cooperativas. "En los momentos más duros fue el compañero que estuvo para ayudarnos jurídicamente sin cobrar ni un solo centavo", recordó Calle, quien agregó que Serrano fue un "hombre de una enorme firmeza ideológica, valentía y una gran claridad política".

Por ello, la asambleísta dijo que Serrano "siempre tuvo la palabra precisa, a veces que era una palabra de látigo,  real, firme, revolucionaria".La última vez que estuvo en el pleno de la Asamblea fue el martes 22, cuando se debatía la Ley de Tierras, y según Calle dio su último discurso sentado, "porque no pudo incorporarse, se sentía mal".

Ese día, según Calle, dio una palabra de "fuego", ya que en su  discurso  realizó observaciones y sugerencias  a la Ley de Tierras. Ese día dijo: "yo quisiera , en un principio, que se establezca que la tierra no tiene precio, porque la Pacha Mama no puede tener valor comercial".

Pero también señaló que esa ley  no es perfecta, pero es perfectible y "está de acuerdo con nuestros tiempos, pueblos y nacionalidades, que por primera vez se les reconoce su derecho a la tierra propia, sigamos adelante, pero hagámosla cumplir, a todos los agricultores nos queda hacerla cumplir y nuestro gobierno tiene que hacer el acompañamiento  debido para que ésta tan cacareada Revolución Agraria, definitivamente se dé, porque de lo contrario 16 millones de habitantes en el año 20 o 25 ya no tendremos que comer. Uso y usufructo de la tierra para la soberanía alimentaria".

Vea el último discurso que pronunció Serrano el pasado martes 22 de diciembre. 

Esas palabras también recordará la asambleísta Lourdes Tibán. Serrano fue miembro de la Comisión de Soberanía Alimentaria, de la cual también es integrante Tibán. Por ello dijo que lo recordará como "una persona amable y sonriente". Como anécdota manifestó que siempre compartía galletas en la Asamblea y mientras lo hacía le decía "comparte, pero cuéntame unos cachos, le encantaba la broma y la risa". Tibán señaló que cuando fue agredida, así como cuando le robaron su domicilio,  recibió el respaldo y solidaridad de Serrano. "Nos encontramos en las banderas y me dijo: Lourdes cuídate", recordó.

La asambleísta Ximena Ponce lo recordará como "un luchador de los temas del sector rural". Contó que siempre se definía como "un agricultor".

La concejala María Luisa Maldonado contó que  Serrano integró Movimiento  PAIS desde los inicios."Siempre estuvimos en la lucha social juntos. Estuvo en el territorio y allí lo conocí en el sur de Quito, cuando fue a mi colectivo Poder Popular", recordó Maldonado.
Fue parte de la comisión de organización de PAIS y director cantonal del movimiento en Puerto Quito.

Juan Mena Nazareno trabajó con Serrano en Puerto Quito. Juntos formaron el movimiento PAIS en esa localidad. "Fue un hombre bueno, honesto, trabajador", dijo Nazareno, quien recuerda que antes de 2006 realizaron la campaña por el movimiento. "Andábamos haciendo política en una camioneta viejita  blanca Ford y la gente que nos veía luchando nos decía: allí van esos vejestoríos", recordó, entre risas, "pero con esa lucha sacamos dos concejales", aunque no alcanzamos la alcaldía con él", dijo Mena Nazarena, quien lo recuerda como un hombre generoso. "A dónde íbamos se encargaba de pagar la comida para todos", dijo.

Santiago Peñaherrera fue asesor 1 de Serrano. Recordó que su pasión fue el agro, por ello, este mes dejó en la Asamblea el proyecto de Ley de Fomento Agropecuario, que trabajó todos los días en la oficina 705 del edificio Dinadep, detrás del Ministerio de Finanzas. "Escuchaba un proyecto agropecuario y quería hacerlo parte de su trabajo cotidiano, por ello cuando supo de ley de reforestación con fines comerciales, aunque era un proyecto del Ministerio de Agricultura, se fue hablar con el ministro Javier Ponce", contó su asesor, quien señaló que su oficina "fue de puertas abiertas, siempre recibió a gente que no conoció".

Sin embargo, Peñaherrera contó que el legislador se encontraba escribiendo un libro sobre la historia del esmeraldeño. Pero, que además le gustaban las tradiciones populares y el patrimonio del país. Por ello, el asesor contó que   en agosto visitó asentamientos presuntamente prehispánicos  en Sígsig y a su vuelta pidió a su equipo de trabajo que revise si formaban parte del catastro de patrimonio y si no que realicen gestiones para  que se realicen el inventario.

La bandera tricolor cubrió el féretro del activista Nelson Serrano. La presidenta de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira, le entregó a la esposa de Serrano un acuerdo legislativo póstumo. Luego de ello se realizó una misa en el camposanto Monteolivo.

Antes de fallecer, según sus allegados, pidió que parte de sus cenizas sean esparcidas en Sígsig y así lo harán sus hijos.

En las redes sociales, los mensajes de pesar no se hicieron esperar. (I)