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El Telégrafo
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“El polígrafo no es un detector de mentiras”

“El polígrafo no es un detector de mentiras”
08 de febrero de 2017 - 00:00 - Redacción Política

La aparición el pasado 3 de febrero de Carlos Pareja Yannuzzelli (Capaya), exministro de Hidrocarburos vinculado a casos de corrupción en Petroecuador, en un primer video y, el pasado lunes, en un segundo, donde se lo observa sometiéndose a una prueba de polígrafo con Joe Harper, desató un debate en redes sociales, especialmente en Twitter.

La mayoría de internautas catalogó ese hecho, registrado en EE.UU. y al que acudieron periodistas de Ecuavisa, Teleamazonas y Expreso, como un show al estilo del desaparecido programa Sábado Gigante, que buscaba empañar la imagen de Jorge Glas, candidato a la Vicepresidencia por Alianza PAIS.

Incluso ayer, a través de fotos (ver gráfico), las redes sociales daban cuenta de que el sitio de la entrevista a Pareja sería el mismo en el que aparece Roberto Isaías, exdueño de Filanbanco, cuya quiebra incidió en la crisis de 1999, de la cual se estima le adeudan al Estado $ 661 millones. Para no responder por ello, huyeron en 2000 al país del norte. Sin embargo, Janet Hinostroza dijo ayer en su cuenta Twitter que la entrevista fue en un hotel.

Para Rubén Alarcón, teniente coronel en servicio pasivo de la Policía Nacional, quien es poligrafista especializado en Marston Polygraph Academy, de California (EE.UU.), y quien formó parte de la Unidad de Investigaciones Especiales, “el polígrafo no es un detector de mentiras”, sino un instrumento que mide la actividad fisiológica del cuerpo. “Hay mucha gente que lo denomina como un detector de mentiras o máquina de la verdad; este es un término inadecuado”.

Está compuesto de una manga cardíaca (similar a un tensiómetro), la cual debe ser colocada en el brazo izquierdo, por estar cerca del corazón. En cambio, en los videos que publicó Pareja, este sensor lo colocaron en su brazo derecho.

Esta manga, según John Garaycoa, presidente de Mac Security, registra el flujo sanguíneo del evaluado. “Analicé (el video) y hay que pensar: ¿qué tan creíble puede ser? Si es para un show, para armar polémica o puede ser profesionalmente. ¿Qué resultados se pueden dar ante una entrevista en vivo como lo hicieron ellos? Puede ser verdad como puede ser mentira, porque quien sabe el resultado es únicamente el que lo hizo”.

Alarcón dice que el resultado de la evaluación está en manos del poligrafista y la correcta interpretación que haga al registro de la actividad del corazón, pulmones, áreas distales y movimientos del sujeto sometido a la prueba, la cual dura entre una y dos horas.

“Todas las preguntas son repasadas con anterioridad, ¿por qué? Ese es el trabajo que se hace durante la entrevista previa: sensibilizar. Coger ese cerebro, llevarlo al lugar de los hechos y sembrar detonadores cognitivos para crear el temor a ser descubierto”, destaca Alarcón. Las preguntas que se realizan deben basarse en un objetivo a cumplir. “La prueba más larga son cuatro interrogantes relevantes sobre el hecho, que abarquen todo lo que necesito saber o lo que se quiere aclarar”.

Sin embargo, en los dos audiovisuales, todas las interpelaciones giran en torno al mismo hecho y no se identifican las cuatro preguntas básicas para esclarecer este caso de corrupción donde su principal implicado es Pareja Yannuzzelli.

Alarcón, quien también es psicólogo clínico, sostiene que las preguntas para esta prueba siempre las elabora el poligrafista y “tienen que sujetarse a la semántica forense”.

El lapso para leer las interrogantes no debe exceder los 10 segundos. Si Harper no es de Ecuador, ¿quién le dio las preguntas hechas o cómo las realizó?

Otro requisito es que el evaluado no se mueva durante la prueba, solo puede mover la boca para contestar. Sin embargo, en el primer video, se observa a Pareja moviéndose. (I)

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