Ecuador, 12 de Mayo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Los factores de peligro están dentro de los domicilios, pero también en los espacios públicos

El riesgo de caídas aumenta con el paso de los años

La actividad física permanente de los adultos mayores -pero también de los grupos de otras edades- disminuye la vulnerabilidad frente a riesgos como las caídas. Foto: Archivo.
La actividad física permanente de los adultos mayores -pero también de los grupos de otras edades- disminuye la vulnerabilidad frente a riesgos como las caídas. Foto: Archivo.
06 de septiembre de 2014 - 00:00 - Kléver Paredes B.

Juan Carlos Mejía tiene 50 años y cuando recuerda a su abuelo siempre dice: “Él era fuerte como un roble, nunca sufrió por causa de alguna enfermedad, pero un día tuvo una caída y su vida se acabó. Lo peor para él fue depender de otros. Nunca volvió a ser el de antes. A los dos años del accidente falleció”.

Este testimonio puede ser trágico, pero ilustra uno de los riesgos a los que están expuestas las personas adultas mayores: las caídas, consideradas como un indicador de vulnerabilidad para hombres y mujeres. Lamentablemente, con la edad es mayor la fragilidad.

Datos de organismos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), señalan que, entre los 65 y 80 años, los adultos mayores tienen probabilidades de sufrir por lo menos una caída en el transcurso de un año. Para las personas con más de 80 años, esa probabilidad aumenta 3 veces.

Las consecuencias de las caídas de los adultos mayores van desde una pequeña contusión hasta grandes lesiones (la más grave fractura de cadera), e incluso, la muerte.

En el caso de Ecuador, las caídas son menos comunes en los hombres en relación a las mujeres, en todos los grupos de edad. No obstante, a partir de los 75 años, los hombres presentan un mayor promedio de caídas frente a las mujeres.

Según los datos de la Encuesta de Salud y Bienestar del Adulto Mayor, SABE II, 2010-2011, sobre la situación de salud y nutrición de los adultos mayores ecuatorianos, a través de biomarcadores, las fracturas de caderas son en el 88% debido a caídas, el 8% a otros tipos de accidentes y solo el 3% corresponde a los denominados indicadores patológicos.

Los datos sobre las consecuencias de las caídas son alarmantes. Constituyen la primera causa de muerte accidental en mayores de 65 años y el 75% de las muertes accidentales en mayores de 75 años, según los resultados de la Encuesta de Salud y Bienestar del Adulto Mayor.

Si tan graves son las consecuencias, vale la pena la pregunta: ¿Es posible prevenir las caídas? De acuerdo a una investigación realizada por el Centro de Estudios Universitarios para la Tercera Edad de la Universidad Mayor de Chile, sí.

En la investigación determinaron que en las caídas existen factores extrínsecos e intrínsecos. Los primeros se relacionan con los factores arquitectónicos, habitacionales o viales, que resultan ser muy agresivos con los adultos mayores. Por ejemplo, veredas en mal estado o con obstáculos, falta de señalizaciones, semáforos con un tiempo muy corto para los peatones.

Si en la ciudad existen riesgos, las casas tampoco son sitios seguros. Se mencionan las dificultades existentes en escaleras sin pasamanos, pisos resbaladizos, alfombras, la tina del baño, entre otros.

Los factores intrínsecos, en cambio, son aquellos que dependen del mismo individuo y que se desarrollan en la medida que avanza el proceso de envejecimiento. Estos son las alteraciones de la marcha, la estabilidad postural o equilibrio, la debilidad muscular.

Se ha identificado que aproximadamente el 60% de las caídas ocurre cuando las personas van caminando y cerca del 35% en la acción de sentarse y pararse.

El mismo estudio de la Universidad Mayor de Chile menciona que otro factor importante que está relacionado con el riesgo de caídas es la polifarmacia, que se refiere al uso de varios fármacos. Se ha identificado que la ingesta de más de tres medicamentos en forma habitual es un factor de riesgo para las personas mayores, sobre todo los psicotrópicos y los hipotensores.

Para estar siempre al día con lo último en noticias, suscríbete a nuestro Canal de WhatsApp.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Conviene pensar en el panorama social que nos rodeará en pocos años más al formar parte del creciente ejercicio de adultos mayores, además del círculo familiar y unos cuantos amigos que van quedando. La invisibilización de los ancianos se consolida paulatinamente en un “delito del silencio” con la complicidad de algunas estrellas de micrófono que cuentan con muchas canas y varias décadas de experiencia.

Con sus 60 años, la presidenta del FMI considera que “los ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía global. Tenemos que hacer algo, ¡y ya!”. Este grupo poblacional está fuera del mercado, es casi invisible y esta realidad también se reproduce en los medios de información y en quienes ejercen el periodismo, a pesar de sus años.

Los ancianos no solo se enfrentan al abandono, la indiferencia o al irrespeto. Detrás se esconde una serie de derechos como seguir disfrutando de una vida plena, independiente y autónoma, con salud, seguridad, integración y participación activa en las esferas económicas, sociales, culturales y políticas. Asumir este enfoque significa un nuevo paradigma en las acciones que toman los gobiernos.

Ni al interior de las mismas organizaciones de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales hay investigaciones, cifras o programas específicos sobre este colectivo, por eso no forman parte de los discursos y tampoco del imaginario social. Su vejez está condicionada a los recursos económicos de los que dispongan, a la posibilidad de una pareja, a familiares cercanos o a la soledad.

Social media