Michel Temer tenía pocas horas en la presidencia de Brasil cuando llamó al jefe del COI para expresarle su compromiso con los Juegos Olímpicos de Rio. Este martes, ambos se encontraron en la ciudad sede para trazar el plan de navegación a 50 días de la cita deportiva.

"Le dije al presidente, y él estuvo de acuerdo, que nos estamos sentando en un bote para hacer estos Juegos juntos", declaró a periodistas Thomas Bach, cabeza del Comité Olímpico Internacional (COI), tras una reunión con Temer en el Parque Olímpico de Barra de Tijuca, donde se disputarán el mayor número de disciplinas.

No hubo declaración conjunta. El presidente interino de Brasil habló escuetamente durante cuatro minutos poco después.

"Es en nombre del pueblo que estamos trabajando. Desde el primer momento que asumí dije que lo que importa es Brasil. Tomé providencias como si todo fuera definitivo. Hago todo lo que es necesario para el bien de Brasil y de las Olimpiadas", señaló.

Temer asumió el poder el 12 de mayo después de que Dilma Rousseff fuera suspendida por el Senado para ser juzgada por supuesta manipulación de las cuentas públicas, un juicio que podría terminar en plenos Juegos Olímpicos (5-21 agosto).

La prensa local informó sobre una pequeña manifestación contra el presidente interino, que realizó su primer viaje oficial en el poder a la ciudad olímpica.

Rousseff y Temer

Después de la reunión con Temer, Bach participó de un acto donde fueron presentados los diseños de los podios y de las medallas.

El alemán firmó autógrafos, se tomó selfies con algunos niños que fueron invitados al acto y siempre evitó el tema político.

"Este es un procedimiento de la democracia en Brasil y el COI no se mete en política doméstica", afirmó.

Y consultado acerca de las posibles dificultades causadas por la transición entre el gobierno de Rousseff y el de Temer, Bach dijo que "los Juegos Olímpicos son un proyecto unificador y trabajamos muy bien con el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff por el éxito de los Juegos, y estamos trabajando de la misma manera, juntos, con el presidente Temer".

"Estos Juegos no son sobre política, no son sobre divisiones, son sobre unificación, unificar a las personas, a los brasileños para que sean unos excelentes anfitriones", cerró Bach.

Temer también mencionó la "pacificación y unidad" del país e incluso dijo que no tendría objeción en que Rousseff asistiera también a la ceremonia de apertura.

"Evidentemente que no tengo", aseguró.

Como jefe de Estado en funciones, Temer debe ser quien abra los Juegos que Brasil se adjudicó en 2009 bajo la presidencia del popular presidente de izquierda Luiz Inacio Lula da Silva.

El presidente del comité organizador, Carlos Nuzman, explicó a periodistas que sostendrá reuniones con Temer y Rousseff antes de anunciar la presencia de la mandataria suspendida.

Metro de pesadilla

El presupuesto total de los Juegos de Rio es de 38.000 millones de reales (10.800 millones de dólares al cambio actual), inferior a los de Londres-2012 y Pekín-2008.

Y el 57% de las cuentas provienen de capitales privados.

La mayoría de las instalaciones deportivas están culminados. Bach visitará el velódromo, la más atrasada, el miércoles.

"La información que he recibido de nuestros expertos y todo el mundo es que estará listo para los Juegos", garantizó.

Por otro lado, preocupan obras de infraestructura, como el metro, muy atrasado y con previsión de abrir parcialmente a la "familia olímpica" tan sólo cuatro días antes de la inauguración.

Y a pesar de la severa crisis económica que atraviesa el gigante sudamericano, Temer ofreció sacar la cartera del gobierno federal para ayudar.

"Vamos a colaborar no sólo con palabras, sino también en las necesidades de naturaleza financiera. Hacemos esto con absoluta convicción de que estamos produciendo algo extraordinario para Brasil y el mundo", declaró.

Las obras de la línea 4 del metro, que unirá los barrios turísticos de Ipanema y Copacabana con Barra da Tijuca, está avanzada en un 96% según las autoridades, pero su inauguración ha sido aplazada reiteradas veces.

Para finalizar las obras, el gobierno del estado de Rio precisa un préstamo del banco de fomento estatal BNDES de casi 1.000 millones de reales (USD 286 millones al cambio actual) que aún no ha sido liberado.

"Están siendo finalizados los estudios financieros, ya conversé con el gobernador [interino del estado de Rio de Janeiro, Francisco] Dornelles para tener una conversación más adelante" y alcanzar una solución sobre el metro, indicó Temer.

Varios expertos expresaron preocupación sobre la posibilidad de que no haya tiempo suficiente para testar el nuevo sistema en medio del apuro por terminarlo en fecha. (I)