A la lista de fechas importantes, como cumpleaños, aniversarios, onomásticos... Josué Folleco le añade el 4 de octubre de 2017, ese día ganó lo que hasta ahora es lo más importante de su carrera pugilística: la medalla de oro en la categoría 66-70 kilos de los Juegos Sudamericanos de la Juventud.

Quienes asistieron al Centro de Entrenamiento Olímpico II (CEO) de Santiago de Chile vieron en Josué a uno de los exponentes más contundentes del certamen, quien derrotó por 5 puntos a 0 al otro finalista: el boliviano Hassan Ávila.

El adolescente se emocionó mucho, era la primera vez que escuchaba el himno nacional en otro país, cuando se convenció de que con esfuerzo y constancia todo se consigue. Dos años invicto y cinco de actividad esperó para sacar ese campeón internacional que pugnaba por salir de sus entrañas.

Ahora los fantasmas de la duda se disipan, ansiaba tanto medir su potencial en el exterior... En Ecuador pocos son los rivales que le ‘hacen calor’; por lo que el nivel de exigencia se le vino a menos.

Al regresar a casa, en el Comité del Pueblo, al norte de Quito, sus padres, hermanos y sobrinos lo recibieron con una fiesta, con la alegría característica de los habitantes del Valle del Chota, esa que llevan en la sangre y les hace vencer las ad versidades.

Josué proviene de una familia humilde, donde la estrechez económica se sienta a la mesa casi todos los días. Por el momento sus progenitores Mario Folleco (44 años) y Alexandra Lara (40 años), no tienen empleo y viven de hoy para mañana sin la oportunidad de planificar un mejor futuro.

Esa oportunidad es la que quiere, brindarse por entero para ellos como novel peleador, cuyo sueño máximo es hacerse famoso y ganar suficiente dinero para regalarles una casa y ayudarles con la educación a sus sobrinos.

Marjorie Folleco (21 años), una de sus hermanas mayores, analiza con ternura los sentimientos de su ñaño y a la vez le desea éxitos. Lo recuerda de 5 años, cuando era comelón y les robaba las presas de pollo a los más grandes.

Siempre fue atlético, a los 12 años, llevado por la curiosidad, se integró al Gym La Bota, que dirige el entrenador Luis Singo, quien no tardó en descubrir que Josué era un yacimiento de talento. “Le gusta el deporte, también sale a trotar y a jugar fútbol. Es muy callado, tiene sus novias, pero al box no lo deja por nada del mundo”, dice Marjorie.

Hincha de Emelec, Josué tiene en el balompié su segunda preferencia; las veces que sale a pelotear se desempeña como delantero; debido a su corpulencia se identifica con los arietes Felipe Caicedo y Roberto la ‘Tuca’ Ordóñez. “Nunca he entrado al estadio Capwell, ojalá haya la ocasión. A Barcelona lo veo como a uno de mis contrincantes: hay que darle duro”, menciona entre risas el deportista.

Al describir su estilo, cita a sus tres grandes referentes: los estadounidenses Mohamed Alí y Floyd Mayweather, y al ecuatoriano Carlos Mina. Se autodescribe como contraatacador, con dominio de las distancias larga y corta. Para estudiar a los antagonistas se toma el primer asalto, a partir del segundo se dispone a liquidarlos.

Debido a sus condiciones, Luis Singo le augura una exitosa trayectoria; actualmente trata de pulir su juego de piernas y le busca un sparring zurdo; la gran mayoría de oponentes a los que ha enfrentado son diestros y es necesario prepararlo para cuando se mida con otros zurdos. “Conversamos a diario, lo incentivo, le aconsejo que no caiga en vicios, que para ser un triunfador debe perseverar. Por suerte sabe escuchar y hacer caso”.

Pero si algo hay que agradecer, y no solo por Josué sino por los otros 31 jóvenes que se entrenan con Singo, es la apertura de la Unidad Educativa Fray Jodoco Ricke para acoger en su coliseo la formación de estos pugilistas.

Carlos Benalcázar, rector del plantel, detalla que el deporte ha servido para desahogar la agresividad a la que son propensos muchos de estos chicos, quienes al residir en un sector de alta conflictividad social o en hogares necesitados e incluso disfuncionales, también adquieren comportamientos negativos.

Respecto a Folleco, el establecimiento es flexible con él en cuanto al desarrollo de tareas y le permiten practicar y cumplir su cronograma de competencias. (I)

Datos

Renso Josué Folleco Lara nació en Ibarra el 2 de febrero de 2001. Es el cuarto de cinco hermanos: Alexis (27 años), Marjorie (21 años), Abigail (18 años) y Naomi (13 años).

Luego de estar a cargo de Luis Singo por un año, el púgil se trasladó a vivir a El Juncal (Imbabura), pero se federó por Carchi; 18 meses después retornó con Singo y en 2017 retomó los estudios en décimo de básica.

El siguiente objetivo de Folleco es clasificar a los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018. También quiere ganar un título en unas olimpiadas absolutas y tras ello emprender como boxeador profesional.

Josué desea que en 2018 la CDP le aumente la ayuda mensual de $ 80. Por ahora entrena con tranquilidad en la unidad educativa Fray Jodoco Ricke (en el barrio La Bota), que tiene un convenio con CDP, a la cual se debe también Luis Singo. (I)