Los dueños de pequeños y medianos gimnasios de Quito realizaron ayer un pedido a las autoridades municipales y del Comité de Operaciones de Emergencia (COE nacional) para la reapertura de los locales cumpliendo con estrictas medidas de seguridad.

A raíz de la declaratoria de emergencia sanitaria por la pandemia del covid-19 (coronavirus), varios negocios cerraron sus puertas para evitar la propagación. Los escenarios donde confluían varias personas a realizar ejercicios en máquinas o bailoterapia no fueron la excepción.

Al cumplir casi dos meses de cuarentena obligatoria y varias restricciones del convivir diario, los dueños de gimnasios empezaron a sentir los estragos económicos del cierre. Muchos ya no podían pagar los $ 1.000 o $ 1.500 de arriendo por sus locales y menos a sus empleados, que varían de 8 a 15 según el centro de acondicionamiento.

Ante la falta de ingresos,  algunos propietarios decidieron vender sus máquinas, otros más se declararon en quiebra y otros guardaron en sus casas las herramientas de ejercicios.

La parte económica fue una de las razones por las que elaboraron un protocolo de seguridad acogiendo las recomendaciones del COE nacional.

Entre las medidas que adoptarán para que la petición sea aceptada destacan el distanciamiento entre los deportistas, el uso de mascarillas, el constante lavado de manos, la desinfección de los locales en cada rincón, colocar una alfombra desinfectante, medir la temperatura de los asistentes, entre otras.

La segunda razón para pedir la reapertura es que consideran a los gimnasios ligados con la salud. “Nosotros ayudamos en la rehabilitación de lesiones, atendemos a personas que sufren de obesidad, depresión, estrés, entre otras cosas”, mencionó Freddy Armijos, propietario de World Gym.

El horario en el que atenderán, de aceptar la petición, será de acuerdo al semáforo en el que se encuentre la ciudad de Quito y con el aforo del 50% en un principio, detalló Armijos.

El grupo de dueños volverán a reunirse frente al Municipio de Quito hasta tener una respuesta. (I)

Gimnasios estaban repletos
Era común ver en Quito gimnasios repletos de personas realizando actividad física en máquinas o en bailoterapia. Sin embargo, la emergencia sanitaria obligó al cierre y los usuarios buscaron formas de mantenerse en forma en casa a través de aplicaciones virtuales.

Todo con la finalidad de evitar la inactividad, que es el cuarto factor de riesgo de mortalidad en el mundo y responsable del 6% de defunciones.

De acuerdo con el gimnasio y sus instalaciones, el número de usuarios puede variar. Ejemplo  el de Freddy Armijos, World Gym, tenía una media de 60 asistentes, quienes al mes pagaban una membresía por utilizar las máquinas individuales de los establecimientos. (I)