“Que se tome en cuenta la edad (sub-16), pero también la gravedad de la falta”, pide Óscar Jácome, presidente de la  Federación Deportiva de Cotopaxi, en torno a la sanción que espera reciban las jugadoras de la Selección Prejuvenil de Esmeraldas, quienes el pasado domingo agredieron a las exponentes del representativo de su provincia.

El castigo para las futbolistas provendrá de la comisión disciplinaria de la Comisión Nacional de Fútbol Aficionado (Confa), de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), que hasta la tarde de ayer no emitía un veredicto.

Antonio Pozo, responsable del balompié femenino en la Confa, indica que la sanción máxima que indica el reglamento es la suspensión de 2 años de toda actividad deportiva. De ser ese el castigo o un tiempo inferior a los 2 años, las cultoras no podrán actuar ni por otras provincias ni a nivel de clubes hasta cumplir la suspensión.
Añade que las medidas punitivas se basarán en los informes arbitral y de vocalía, aunque el de mayor peso es el de los réferis, ya que el del vocal refuerza el de los colegiados.           

Una vez que se conozcan las sanciones a aplicar, la Confa remitirá la documentación al Ministerio del Deporte -organizador de las justas- y este la remitirá a la Federación Deportiva de Esmeraldas para la correspondiente aplicación.                     

Pozo lamenta que un cotejo clasificatorio al campeonato de los Juegos Nacionales Prejuveniles, que se desarrollarán este fin de semana en escenarios de Guayas, haya terminado de manera tan bochornosa.          
 
No hubo seguridad      

Óscar Jácome pidió al canal Teleamazonas el video de la gresca. Su afán no es exigir una determinada sanción, sino tener un respaldo documentado de que las cultoras de Cotopaxi no respondieron a los golpes de las esmeraldeñas.             

Resumiendo, cuenta que la actitud violenta de las integrantes y otras personas del combinado esmeraldeño comenzó a raíz de la expulsión de una atleta cuando el compromiso estaba 2-2, aunque las chicas del elenco costanero comenzaron a perder la cabeza ante la respuesta de Cotopaxi, que perdía 2-0.

Con el 3-2 en contra, las esmeraldeñas incurrieron en faltas constantes contra las andinas y cuando el duelo terminó se acercaron a reclamar a los jueces. Los reclamos airados en la cancha se convirtieron en golpes y las cotopaxenses se llevaron la peor parte.           

El directivo no comprende por qué no había policías; los que se presentaron después llegaron tras un llamado de los padres de familia de las agredidas.

Los padres, precisamente, encontraron la manera de acceder a la cancha, ayudando a que sus hijas entren al túnel. “Por suerte no hubo heridas de gravedad”, asevera.

Con las adversarias fuera de peligro y ante los abucheos de los hinchas de Deportivo Quito y Aucas, cuyos clubes se midieron horas antes, las esmeraldeñas lanzaron objetos a los graderíos.

El hecho dio la vuelta al mundo y fue difundido por medios como Mundo Deportivo, Marca y Planeta Deporte de España; MDZ de Argentina, entre otros. (I)