La española Mireia Belmonte (200 metros mariposa) y la brasileña Etiene Medeiros (50 metros espalda) vivieron ayer un día inolvidable en Budapest, al proclamarse por primera vez campeonas en un mundial en piscina larga. 

Belmonte consiguió, con su victoria en los 200 metros mariposa, unir el oro mundial al olímpico, que alcanzó en esa misma prueba el año pasado en los Juegos de Río.

Belmonte terminó la final con un tiempo de 2 minutos, 5 segundos y 26 centésimas, por delante de la alemana Franziska Hentke (plata) y de la estrella local, la húngara Katinka Hosszu (bronce). 

Es la segunda medalla para la nadadora catalana en esta cita en Hungría, tras la plata de los 1.500 metros libre. Además de esa presea de plata de Budapest en los 1.500 metros, había logrado tres medallas mundiales en Barcelona 2013, dos de plata (200 metros mariposa, 400 metros estilos) y una de bronce (200 metros estilos). 

El año pasado en los Juegos de Río había logrado dos medallas, ese oro de los 200 metros mariposa y el bronce en los 400 estilos. Sumó esa cosecha a las dos platas (200 mariposa y 800 libre) de Londres 2012.

“Río es el mejor momento de mi vida, pero este también es un momento importante. La clave para ganar esta final estuvo en los cien primeros metros”, explicó Belmonte.  

España había sumado dos medallas de plata en la primera parte del Mundial de Budapest, cuando se disputó la natación sincronizada. Ambas fueron para Ona Carbonell (solo libre y solo técnico).

También habrá medalla española en el waterpolo, donde la selección femenina se clasificó el miércoles para la final, que disputará el viernes contra Estados Unidos.

Brasil sigue su cosecha

Unos instantes antes, Brasil celebró  el título de Etiene Medeiros, quien se impuso en la final de 50 metros espalda con un crono de 27 segundos y 14 centésimas, apenas a ocho centésimas del récord mundial.

Etiene Medeiros había sido plata en esta misma prueba hace dos años en el Mundial de Kazán. Es la primera vez que gana el oro en el Mundial en piscina larga, pero ya había logrado los dos últimos títulos de la prueba en piscina corta, en Doha en 2014 y en Windsor en 2016.

En la final de ayer en la capital húngara, la teórica gran favorita, la china Fu Yuanhui (27.15), fue segunda, mientras que el bronce fue para la bielorrusa Aliaksandra Herasimenia (27.23). “Estoy muy feliz. Hace dos años fui segunda, pero ahora soy la campeona. Eso es muy importante en mi vida”, celebró la nadadora de 26 años.

En las otras finales disputadas ayer, Estados Unidos se llevó la victoria, con Chase Kalisz (200 metros estilos), Caeleb Dressel (100 metros libre) y el relevo femenino (4x200 metros). En ese último, Katie Ledecky se colgó su cuarto oro en Budapest 2017.

Ledecky llegaba al Mundial de Budapest con el objetivo de ganar seis oros, algo que no podrá lograr, ya que la italiana Federica Pellegrini le venció en los 200 metros libre. (I)