Tal vez sus nombres no aparezcan en las nóminas oficiales de la Federación Ecuatoriana de Atletismo (FEA) o en los rankings nacionales o continentales, pero el orgullo por representar al país y conseguir objetivos es igual de elevado, más aún cuando la inversión sale de sus propios bolsillos.         

En Quito los clubes o grupos de atletas amateurs aparecen como opciones para quienes correr es un estilo de vida. El Club Juan Araujo Estévez y los grupos UIO Runners y Ruta 42 constan entre los que dotan a sus integrantes de entrenadores experimentados, quienes los guían para cumplir sus objetivos.

Raúl Ricaurte, quien durante 12 años instruyó a Silvio Guerra y consiguió junto a él las clasificaciones a los Juegos Olímpicos Atlanta 96 y Atenas 2004, halló nuevas vivencias en la actividad amateur. Ahora, tras 15 años de crear el conglomerado Ruta 42, está convencido de que si bien no todos pueden ser campeones, cualquier persona está en capacidad de trazarse metas y lograrlas.

Bajar las marcas individuales, pasar de una competencia 10K a una media maratón, terciar fuera del país son situaciones reconfortantes que muchos, incluso, las ven como muestras de realización personal.   

Con Ricaurte ensayan cerca de 150 atletas, casi todos mayores de edad y profesionales de distintas áreas. El 50% de ellos ya ha corrido fuera del país y un 15% suma por lo menos 10 presencias en maratones.  

Viajar depende de la cantidad de recursos con los que cuenten en forma particular. Las maratones de Boston, Chicago, Nueva York, Buenos Aires, Lima y Santiago son las más ‘apetecidas’.

Y si bien alistarse para soportar 10 o 15 kilómetros es meritorio, convertirse en maratonista es una especie de graduación, más aún cuando se invierte tiempo y dinero para desplazarse al exterior y sentirse, de alguna manera, embajador deportivo del país al que se ama.

En algunas carreras las delegaciones del grupo han sido muy nutridas. En 2002, 30 exponentes intervinieron en la Maratón de Nueva York. En 2005, 16 se trasladaron a correr en la Maratón de Buenos Aires y en 2011, 14 integrantes de la congregación acudieron a la Maratón de Lima.

Para esta temporada hay algunos que ya definieron dónde competirán. Cristina Guzmán y Nicolás Corral irán a la Maratón de Chicago, Iván Villenas se inscribirá en la Maratón de Lima, Marcela Viscaíno estará en la de Berlín y Carlos Castillo en la de Seattle.  

Una herencia imborrable

Aunque desde 2014 cuenta con vida jurídica, los integrantes del Club Juan Araujo Estévez comenzaron a entrenar juntos hace 4 años. La entidad reúne a 60 socios, de los cuales el 80% aporta económicamente.

La mensualidad es de $ 20, pero hay personas que voluntariamente dan algo más de dinero. Ese dinero sirve para cubrir gastos de quienes, por no tener recursos, no están en capacidad de pagar. De estos fondos se desprende el salario del adiestrador, Milton Arguello, quien cuenta con un contrato y goza de todos los beneficios de ley.  

Maritza Rodríguez, presidenta de la institución, comenta que la mitad de los socios suma actuaciones internacionales. Entre los más representativos están Karina Navarrete, Lucía Reyes, Pablo Tipantuña, Jaime Miranda, Segundo Quezada, etc. Las maratones más atractivas para ellos son la de Boston, Miami, Nueva York, Chicago, Buenos Aires y Lima. Este año el club tuvo 4 representantes en la Maratón de Miami y 3 en la de París.

Lo más importante, según Rodríguez, es que todos aprendieron de Juan Araujo Estévez (+) a ser perseverantes. Él fue quien los motivó a amar la cultura física y a superar las limitaciones personales para nunca abandonar la vida deportiva.

Invertir en uno mismo

Dirigidos por Wilson el ‘Lobo’ Benavides, los deportistas del grupo UIO Runners se reúnen a las 05:30 en la Cruz del Papa del parque La Carolina. El frío y las gotas del sereno los obligan a mover las extremidades, no hay mejor manera de entrar en calor.

De los 50 atletas que capacita Benavides, solo 3 no concretan aún participaciones fuera de territorio patrio. Los demás tienen en su itinerario por lo menos una salida al año. Los de mejor nivel pueden incursionar en 2.

En 2014, el UIO Runners tuvo su mayor presencia en la Maratón de Buenos Aires, hasta allá volaron 15 cultores. En la Maratón de Chicago trotaron 3.

Para 2015, en la Maratón de Miami se enlistaron 8: Carolina Burbano, Gianni Manciati, Maribel Landeta, Seleni Benavides, Renata de Carrión, Roberto Carrión, Marcelo Verdesoto y Ricardo García.  

Los costos de pasajes, alojamiento, alimentación, inscripción, etc., corren por cuenta personal. Por suerte, dice el ‘Lobo’, el 90% de sus pupilos son ejecutivos y laboran en empresas públicas o privadas. Sus ingresos les permiten cubrir esos valores.

Maribel Landeta, que hace un mes actuó en la Maratón de París, revela que desembolsó $ 3.500 en su periplo de una semana. Claro que además de competir las carreras les dan la oportunidad de pasear y hacer compras. (I)

Quezada le gana la carrera a la diabetes

“No hay mal que por bien no venga”, se repite a sí mismo Segundo Quezada, socio del Club Juan Araujo Estévez, quien encontró en el atletismo la mejor terapia para paliar los efectos de la hipertensión y la diabetes.

Hace 12 años, cuando le detectaron estas enfermedades, en lugar de comprar jeringuillas e insulina, adquirió un libro donde se explicaba que se puede vencer a estas afecciones a través del ejercicio físico.

En ese camino, que comenzó con rutinas de media hora, Segundo conoció a Juan Araujo Estévez (+), quien se identificó con su lucha y lo motivó a conseguir metas más ambiciosas en el ámbito deportivo.

Segundo, nacido en Loja hace 76 años, se tomó muy en serio las lecciones de Araujo y ahora suma varios logros internacionales, entre ellos la medalla de bronce en la media maratón del Campeonato Mundial de Atletismo Máster que se celebró en 2013 en Porto Alegre, Brasil. También ese año, pero en Villavicencio, Colombia, obtuvo la presea de oro del Campeonato Sudamericano Máster.

En la distancia madre del atletismo su mejor resultado internacional es el 4° puesto en la Maratón de Miami de 2014. Sin apoyo económico de ningún tipo, Quezada, supervisor de educación media y docente universitario jubilado, cubre los costos que demandan su nutrición, vitaminización y entrenamiento con sus ahorros y con el dinero de su pensión. (I)

Datos

Wilson Benavides cuenta que un viaje a Estados Unidos o Europa, con una estadía de una semana, demanda un gasto promedio de $ 2.000.  

Al ser muchos de estos atletas ejecutivos o empresarios, están en capacidad de pagar sus viajes con tarjeta de crédito. En el UIO Runners los que más tienen colaboran con los de menores recursos.  

Como ente jurídico el Club Juan Araujo gestionó que sus miembros reciban atención en el centro médico deportivo Asdrúbal de la Torre.

En el grupo Ruta 42, Raúl Ricaurte cuenta con el apoyo de 2 entrenadores más: Mario Tumipamba y Renzo Guachamín.