El Gobierno de El Salvador ofreció una salida legal a Beatriz, el nombre ficticio de una joven de 22 años que puede morir si sigue adelante con su embarazo. Si su salud empeora (padece lupus eritematoso discoide e insuficiencia renal grave) podrá someterse a una cesárea.

La mujer tiene 25 semanas de embarazo, pero los médicos han determinado además que el feto padece anencefalia, una malformación que implica la ausencia total o parcial de cerebro, y que morirá al nacer.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), con sede en Costa Rica, dictó el miércoles medidas provisionales a favor de Beatriz y solicitó al Estado salvadoreño que autorice el aborto terapéutico, pero el pedido fue negado por el Tribunal Supremo, por ser ilegal, lo que causó polémica dentro y fuera del país.

Pero en un cambio de actitud, las autoridades de salud se comprometieron a dar el tratamiento oportuno a Beatriz, con el fin de evitar que arriesgue su vida. “El equipo médico que atiende a la señora ha sido declarado en estado de emergencia, para que dé a Beatriz y a su hijo en gestación la atención médica “que se requiere y que resulte oportuna”, señaló un comunicado del Ministerio de Salud.

La ministra de Salud, María Isabel Rodríguez, por su parte, indicó que una cesárea es una solución aceptable. “Está bien claro que en este momento la interrupción del embarazo ya no es un aborto, es un parto inducido”, explicó a la prensa la funcionaria. (AFP)