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Los familiares de funcionarios macristas trabajan para el Estado

Una de las sucesivas jornadas de protesta que se realizan en la ciudad de Buenos Aires ante los despidos masivos impulsados por el presidente Mauricio Macri.
Una de las sucesivas jornadas de protesta que se realizan en la ciudad de Buenos Aires ante los despidos masivos impulsados por el presidente Mauricio Macri.
Foto: El Demócrata
04 de marzo de 2016 - 00:00 - Marcelo Izquierdo

El nepotismo comienza a ser una práctica cada vez más aceptada en el gobierno de Mauricio Macri.  Cuando el presidente asumió el poder en Argentina, sus votantes festejaron lo que llamaban el fin de los privilegios kirchneristas.  Todavía estaba fresco el reguero de tinta que provocó en los medios la designación como directora del Banco Nación de Delfina Rossi, hija del entonces ministro de Defensa, Agustín Rossi. La funcionaria tenía solo 26 años y ganaba un sueldo mensual de unos $ 4.300.  

Pasaron 3 meses. Pero los errores cometidos en esa materia por la anterior administración tienen hoy su correlato en el nuevo gobierno. Sin vergüenza y borrando con el  codo lo que escribieron con la mano, una serie de ministros y funcionarios macristas designaron a esposas, hermanos, tíos, yernos y hasta primos en puesto de jerarquía ejecutiva.

El caso más representativo del nepotismo macrista es el de Carla Piccolomini, esposa de Andrés Ibarra, ministro de Modernización. Es la flamante directora de relaciones institucionales de la Radio y Televisión Argentina (RTA).  

Pero no es el único: María Cecilia Loccisano, esposa del ministro de Trabajo, Jorge Triaca,  asumió como coordinadora de la Unidad de Financiamiento Internacional en el Ministerio de Salud.

Y hay más: Josefina Rouillet, esposa del titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, es la flamante gerenta general del Fondo de las Artes.

Pero quienes no pudieron acomodar a sus parejas buscaron consuelo en otras ramas familiares. El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, hizo nombrar a su tío, Mario Frigerio, como interventor  de la Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Aftic), uno de los entes creados para controlar la aplicación de la Ley de Medios, aprobada por el “kirchnerismo”, declarada constitucional por la Corte Suprema y dejada virtualmente sin efecto por el gobierno macrista a través de un decreto de necesidad y urgencia.

Quien no pudo colocar a un pariente en algún cargo ejecutivo fue el ministro de Comunicaciones, Óscar Aguad, el principal impulsor del desguace de la ley de medios. Pero no se quedó de brazos cruzados:  puso a su yerno, Rodrigo de Loredo, como presidente de la empresa pública Arsat  (Empresa Argentina de Soluciones Satelitales), responsable de la fabricación de satélites espaciales.  

Ricardo Buryaile, ministro de Agroindustria,  colocó a su primo  Amadeo Nicora al frente del estatal Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Este médico veterinario era hasta ahora el presidente de la Sociedad Rural de Pilcomayo, en el norte del país. El titular de Turismo, Gustavo Santos, se animó a más: nombró a su hijo Matías como su jefe de asesores.

La vicepresidenta Gabriela Michetti mostró la verdadera cara de este doble discurso: mientras despedía a cientos de trabajadores del Senado, en su calidad de titular  de ese cuerpo legislativo, aprobó el ascenso de dos categorías consecutivas en el Senado de la Nación a una de sus primas, María Alejandra Illia.

Macri le hizo un favor también a su primo, el intendente de la ciudad de Vicente López, en la periferia norte de Buenos Aires, Jorge Macri. Lo nombró presidente del Grupo Bapro (Banco Provincia de Buenos Aires). El nuevo funcionario no dejará su cargo en la alcaldía. Sumará los dos.

Las designaciones se sucedieron también en otras áreas. Según el conservador diario La Nación, que fue un férreo opositor al kirchnerismo, el histórico vocero de Macri, Iván Pavlovski, logró colar a su esposa,  Marina Klemensiewicz, en la subsecretaria de Hábitat y Desarrollo Humano.

Pero hay más. El titular de la Administración nacional de la seguridad social (Anses), Emilio Basavilbaso, designó a su primo Iván Kerr como subsecretario de Vivienda y Desarrollo Urbano.  

También el senador Federico Pinedo -que fue presidente por 12 horas por un confuso fallo judicial que fijó el fin del mandato de Cristina Fernández de Kirchner el 9 de diciembre a medianoche mientras Macri debía jurar el día 10 al mediodía- hizo nombrar a su hermano Enrique como director de Relaciones Institucionales del Senado.  Pero paralelamente fue designado para otro cargo en la Cámara de Diputados a pedido del bloque del partido macrista Propuesta Republicana (PRO), escribió el diario Tiempo Argentino. Logró dos cargos en menos de 20 días.

Otros se animaron a más: Mario Cimadevilla, titular de la Unidad AMIA, que investiga el atentado a la mutual judía de 1994 que causó 85 muertos,  designó a Lucas y Marías Cimadevilla, su hijo y sobrino respectivamente, como empleados de distintos senadores macristas, el mismo cuerpo donde al mismo tiempo la vicepresidente despedía a cientos de trabajadores.

¿Y Macri? No hizo ningún comentario aún sobre estos casos de nepotismo. Él mismo nombró como secretario general de la Presidencia a Fernando de Andréis, medio hermano de su primera esposa, Ivonne Bordeu, con quien el presidente tiene tres hijos.

Y mientras despedía a miles de trabajadores estatales, Macri se tomó su tiempo para un nombramiento especial:  designó a la hermana menor de la reina de Holanda, la argentina Máxima Zorreguieta,  como directora de Despacho y Mesa de Entradas de la Dirección General de Administración de la secretaría ejecutiva del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales. Lo hizo a través de una “autorización excepcional” porque Inés, la hermana menor de la reina holandesa, no reunía todos los requisitos para el cargo, según reconoció el decreto de su nombramiento. La hermana de la “Reina” ganará $ 2.900 al mes. (I)  

TeleSUR acudirá a la justicia por retiro de señal   

La señal de noticias venezolana teleSUR denunció que fue retirada del paquete básico de Cablevisión en Argentina, perteneciente al Grupo Clarín, sin argumentos legales y privando a millones de latinoamericanos de 24 horas de información continua.

Según Patricia Villegas, presidenta y fundadora de teleSUR, (foto), esta decisión del Grupo Clarín debe ser reconsiderada, dado que ningún servicio de cable debería dejar fuera de su grilla un canal como este, que cuenta con reconocimiento internacional, es referencia informativa para cientos de medios y le da voz a los pueblos del mundo.      

A través de su cuenta de Twitter, Villegas señaló que “cientos de alarmas anunciaban que habíamos sido retirados del paquete básico de Cablevisión”, y aseguró que confirmó el hecho tras una reunión con la empresa. El argumento usado por la empresa del grupo fue, según la periodista colombiana, que no tendrán más señales internacionales en el paquete básico. Ante esta situación, adelantó que se acudirá a la justicia para la restitución de la señal, al tiempo que solicitó la movilización de los televidentes.

“¡No tienen derecho a quitarnos teleSUR!”, fue la exclamación que realizó la periodista y escritora argentina Stella Calloni al criticar las políticas del presidente argentino Mauricio Macri.

Canolli destacó que actualmente su nación está viviendo un momento que calificó de gravísimo con respecto al silencio informativo que ha sido feroz, “el único que faltaba era teleSUR”.

“Aquí no tenemos información internacional, salvo la manipulada. Lo único que nos salvaba en este silencio informativo era teleSUR”, comentó la profesional de la comunicación, quien agregó que “los pueblos tienen una disposición fuerte para luchar contra este tipo de injusticias”. Desde la agencia señalaron que Argentina es una constante informativa en su pantalla atendiendo temas de impacto político, económico y social y que además, gracias a un plan estratégico de distribución, teleSUR está presente en más de 90 cableoperadoras y mantiene convenios con más de 5 televisoras en abierto en diferentes provincias del país sureño, alcanzando, hasta el 29 de febrero, más de 20 millones de potenciales televidentes y más de 8 millones de abonados. El contenido informativo del multimedio llega a América Latina, América del Norte, El Caribe, Europa, Medio Oriente y parte de África. La señal se destaca por sus coberturas de acontecimientos que las grandes cadenas no cuentan, como sucedió en la Argentina con las manifestaciones masivas ocurridas desde la asunción de Macri, con lo cual ha logrado posicionarse y contar con el respaldo de una audiencia potencial que supera los 500 millones de personas distribuidos en los 5 continentes. (I)  

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