Exgimnastas acusan abusos sexuales de sus instructores durante varios años

Veintidós exgimnastas de Grecia solicitaron al primer ministro, Kyriakos Mitsotakis y a la jefa de Estado, Katerina Sakellaropulu, tomar acciones para terminar con todo tipo de violencia que existe en la Federación de Gimnasia, sea física, psicológica o de cualquier tipo.

Mediante una carta que les hicieron llegar a los a los dos servidores, los gimnastas comentan que fueron víctimas de humillaciones, insultos, falta de alimentación y sobre todo de abusos sexuales. Los atletas, todos retirados, narraron que desde los años ochenta los sometían a prácticas deportivas que parecían torturas y que esto era algo que los entrenadores podían hacerlo como si fuera común.

Detrás de un deportista celebrando su medalla, "la mayoría de las veces se esconde un niño maltratado", afirman los gimnastas.

También comentaron que varios niños padecían de hambre por la estricta dieta que eran obligados a tener sin ninguna supervisión médica, a veces les tocaba comer pasta dental o peor aún revisar en la basura de los lugares de concentración a los que iban en tiempos de competencia.

Los golpeaban brutalmente, inclusive hacían que se agredan entre compañeros. A las mujeres las obligaban hacer algo llamado “spagat” que era una práctica (donde sus piernas permanecían abiertas alineadas sobre el piso) colocando sus partes íntimas sobre la palma de su instructor y de esa forma tener más flexibilidad, pero ellos les estiraban la vulva para “enseñarles cómo hacer bien el ejercicio”.

Este caso salió a la luz después de que en Reino Unido denunciaran varias demandas en contra de su federación por maltratos de quienes los entrenan.