“El Presidente debería separarse del cargo”

En Guatemala existe un descontento generalizado por causa de la investigación judicial que involucra a funcionarios del gobierno de turno, incluso al mismo jefe de Estado, Otto Pérez Molina, en una red de defraudación aduanera que ha perjudicado al fisco.

Así lo aseguró Olinda Salguero, directora de la Fundación Esquipulas, quien en diálogo con EL TELÉGRAFO desde Guatemala consideró que el Mandatario debería renunciar porque ya “no representa la unidad nacional”.

¿Cuál es la situación que se vive en Guatemala?

Desde hace un par de meses, el Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), un ente adscrito a la ONU, iniciaron una investigación y descubrieron una red de defraudación aduanera denominada ‘La Línea’, muy vinculada al Ejecutivo, lo que provocó la ira de los ciudadanos guatemaltecos, que ahora piden en las calles la renuncia del gobernante. Incluso, hace una semana, el Ministerio Público sindicó a la vicepresidenta de la República, Roxana Baldetti, y la señala de estar a la cabeza de esta red criminal.

Estas acusaciones coinciden con la época electoral. ¿Esto no tiene un trasfondo político?

En realidad el tiempo en que salen a la luz estas acusaciones no favorece al escenario electoral, aunque obviamente hay un descontento generalizado de la ciudadanía en relación a la gestión política del Gobierno. En lo que sí hay un consenso es en solicitarle al Presidente que renuncie al cargo y enfrente a la justicia porque las acusaciones que se le hacen son muy graves, resultado de una investigación judicial.

El comportamiento del Presidente debería facilitar su renuncia.

¿Entonces considera que el presidente debe renunciar?

Sí, de hecho la Constitución establece los mecanismos de salida  en las crisis políticas. Cuando la vicepresidenta Baldetti renunció se estableció una terna designada por el Presidente y enviada al Legislativo para que designe a su reemplazo. Ahora se tendría que hacer lo mismo, pero aquí hay un dato adicional, que es el levantamiento de la inmunidad, un pedido de la Corte Suprema que realiza por segunda ocasión al Congreso. Además, hay una movilización ciudadana muy grande que pide su renuncia.

El asunto está en manos del Congreso. ¿Qué sucedería si los legisladores deciden no levantar la inmunidad?

Ese es solo uno de los escenarios y simplemente aumentaría el descontento social. Ya hay varios sectores sumándose a esta manifestación pacífica contra la corrupción y por la dignidad para que los criminales se sometan  a la justicia y puedan acogerse a la debida defensa. Pero el Presidente debería separarse del cargo porque de alguna manera ya no representa la unidad nacional. Muchas veces a los presidentes se los acusa de cualquier cosa, a veces hay acusaciones sin fundamentos y las denuncias provienen de grupos opositores o que tienen otros intereses, pero ahora es la justicia la que está diciendo que el Presidente de la República está a la cabeza de una estructura criminal, lo cual es una acusación muy grave que no se puede tomar a la ligera.

En este sentido, el Congreso de la República también tiene en sus manos la responsabilidad social y la decisión de hacer lo correcto para seguir los trámites para el antejuicio.

¿Entonces aquí no cabe hablar de un complot o posible golpe de Estado contra el gobierno de Otto Pérez, como dice el gobierno?

Yo diría que no porque como digo no es un partido político, no es un grupo económico en particular, sino que es el Ministerio Público el que ha determinado su responsabilidad en el caso ‘La Línea’ y cabe destacar que el Ministerio Público fue nombrado por el mismo presidente. Es por eso que la gente está saliendo a las calles a pedir su renuncia. Esto nunca lo hemos visto.

¿Por qué varios sectores piden la suspensión de los comicios?

En realidad hay un descontento generalizado, pero hay un sector inconforme con las elecciones porque una de las cuestiones que se estaba pidiendo es la reforma a la ley electoral y de partidos políticos, que permita tener una mejor representatividad y controlar el gasto electoral.

Hay suficientes elementos para suspender las elecciones, pero hay otro sector que quiere que se realice el proceso electoral y eso es lo que debe proceder. (I)