La huelga de hambre en las celdas de la cárcel de Guantánamo adquiere mayor notoriedad.

Ayer se registraron 97 reos que se han unido a la huelga, aunque cada vez más detenidos son alimentados a la fuerza, lo que algunas organizaciones defensoras de los derechos humanos juzgan ilegítimo. “Seguimos impidiendo que se mueran de hambre”, dijo el teniente coronel Samuel House, portavoz de la prisión situada en una base militar estadounidense en la isla de Cuba.

El número de encarcelados en huelga de hambre aumenta diariamente desde el pasado 6 de febrero, que  comenzó la protesta. Las primeras cifras de las autoridades militares el 11 de marzo sobre esta iniciativa hacían referencia a nueve huelguistas.

Entre los que ayunaban ayer, 19 -un récord- eran alimentados a través de sondas nasogástricas, de quienes cinco fueron hospitalizados, aunque no estaban en “peligro de muerte”, informó el portavoz.

Para el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que envió un equipo a Guantánamo, se trata de “un tema de desacuerdo con Estados Unidos”. EFE