El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, ordenó al ejército que dejara de combatir a los rebeldes a partir de ayer, en el marco del acuerdo de paz firmado el miércoles para poner fin a 20 meses de guerra civil. “El presidente firmó un decreto el jueves que entró en vigor a medianoche de ayer. Ordenó a todas las fuerzas (gubernamentales) que interrumpieran los combates y se quedaran en las bases donde se encuentran”, declaró a la AFP el portavoz presidencial Ateny Wek, que precisó que el ejército podrá responder en caso de ataque. El conflicto, salpicado de masacres y atrocidades, causó decenas de miles de muertos y 2,2 millones de desplazados en un país de 11,74 millones de habitantes. El jueves, los rebeldes acusaron al ejército de haber lanzado una ofensiva contra sus posiciones en el Estado de Unidad. (I)