El representante especial de Naciones Unidas en Somalia, Nicholas Kay, condenó los ataques con bomba que dejaron en Mogadiscio al menos 20 muertos y varios heridos, la mayoría civiles. “Se trata de un acto cruel y cobarde que nos recuerda que Somalia necesita paz y que el terrorismo en la región y el mundo debe ser derrotado”, expresó el funcionario, quien ofreció sus condolencias a familiares y amigos de las víctimas. Por más de dos décadas la nación africana ha estado afectada por la violencia sectaria, escenario que, según la ONU, muestra señales de progreso y avances hacia la estabilidad, desde el retiro en 2011 de insurgentes de la milicia radical Al Shabaab y el surgimiento de nuevas instituciones gubernamentales en Mogadiscio. Según medios de prensa, el último ataque fue ocasionado por un vehículo cargado de explosivos y detonado por un atacante suicida cerca a un concurrido restaurante de la capital somalí, que es frecuentado por trabajadores gubernamentales y periodistas. En junio, el Consejo de Seguridad estableció la Unsom como misión de asistencia para el país. (PL)